Alarma por la presencia del pez ‘alien’ en España y en el Adriático con un veneno 100 veces más tóxico que el cianuro
El Lagocephalus sceleratus, originario del océano Índico, se propaga por el Mediterráneo, generando preocupación por su veneno letal y su impacto ecológico.

Las aguas del mar Mediterráneo, conocidas por su riqueza natural y por ser fuente de actividad pesquera clave para muchos países del sur de Europa, se enfrentan a una nueva amenaza: la expansión del pez globo plateado (Lagocephalus sceleratus). Este ejemplar, originario del océano Índico y habitual en aguas tropicales, ha colonizado progresivamente el Mediterráneo tras atravesar el canal de Suez, fenómeno que se conoce como “migración lessepsiana”.
Recientemente, esta especie ha sido detectada en el norte del mar Adriático, frente a las costas de Italia y Croacia, alcanzando cotas más septentrionales que nunca. También hay reportes en algunas zonas del litoral español, como el sureste peninsular o Baleares. Su presencia ha encendido todas las alarmas, tanto por su toxicidad como por su potencial destructivo para el equilibrio ecológico marino.
100 veces más tóxico que el cianuro
Lo más alarmante del pez globo plateado es su contenido de tetrodotoxina, una neurotoxina que se encuentra principalmente en sus órganos internos, pero que también puede estar presente en su piel o músculos. Esta sustancia es considerada hasta 100 veces más letal que el cianuro, y no tiene antídoto conocido.
Tan solo un par de miligramos pueden ser suficientes para provocar la muerte de un adulto sano por fallo respiratorio o parálisis. La toxina actúa con rapidez, y los síntomas pueden aparecer en menos de una hora: entumecimiento de labios y extremidades, náuseas, pérdida de coordinación, insuficiencia respiratoria y, en casos graves, coma y muerte.
Por esta razón, está terminantemente prohibido su consumo en Europa, a diferencia de lo que ocurre en Japón, donde una especie emparentada, el “fugu”, puede prepararse únicamente por chefs especializados que saben cómo extraer las partes venenosas. En el caso del pez globo plateado, incluso esta preparación no garantiza seguridad.
Amenaza para la pesca y el ecosistema
Más allá del riesgo directo para la salud humana, la expansión del Lagocephalus sceleratus supone un problema serio para el medio ambiente. Se trata de un pez depredador agresivo que se alimenta de moluscos, crustáceos y otros peces pequeños, lo que pone en peligro las especies autóctonas.
Su alta tasa de reproducción, junto con la ausencia de depredadores naturales en el Mediterráneo, le permite multiplicarse rápidamente y desplazar a especies locales, afectando los hábitats marinos y provocando desequilibrios ecológicos. Para los pescadores, además, representa una amenaza directa: no solo puede romper redes y anzuelos con facilidad, gracias a su poderosa mandíbula, sino que, si no se detecta a tiempo, puede colarse entre las capturas y contaminar la mercancía.
En algunos lugares, como Grecia, Turquía o Chipre, los pescadores han empezado a recibir incentivos económicos por capturar especímenes y entregarlos a las autoridades sanitarias, como medida de control poblacional.
Los gobiernos costeros del Mediterráneo están reforzando las campañas de vigilancia, pidiendo la colaboración de pescadores y ciudadanos. En España, el Ministerio para la Transición Ecológica ha incluido esta especie en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, y ha lanzado recomendaciones claras: no manipular ni consumir este pez bajo ningún concepto, y avisar inmediatamente a las autoridades en caso de captura.
En Italia, las autoridades adriáticas también han emitido comunicados de alerta tras la aparición de varios ejemplares en zonas cercanas a playas turísticas. “Es importante que la población esté informada. Este pez puede parecer inofensivo, pero tocarlo o, peor aún, consumirlo, puede ser letal”, declaró el biólogo marino Paolo Barletta a medios italianos.
Los científicos advierten que, dada la velocidad de propagación y su capacidad adaptativa, el pez globo plateado podría haber llegado para quedarse. Su expansión es una de las muchas consecuencias del cambio climático y de la alteración de corrientes marinas, que han convertido al Mediterráneo en un destino ideal para especies exóticas.
Mientras tanto, las campañas de información y prevención siguen siendo la herramienta más eficaz para reducir los riesgos. La colaboración ciudadana, el seguimiento científico y la gestión transfronteriza serán claves en los próximos años para frenar esta amenaza marina silenciosa.
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