Adiós a los frigoríficos tal y como los conocemos: pronto puede haber otra tecnología
En la Universidad de Liubliana están probando una tecnología que utiliza tuberías de metal en lugar de refrigerantes tóxicos.
El frigorífico fue inventado por el alemán Karl von Linde en 1879. Este primer frigorífico doméstico utilizaba un circuito de amoniaco y una bomba de vapor para funcionar. La invención del frigorífico revolucionó la conservación de alimentos, permitiendo mantenerlos frescos por más tiempo.
Pero tenían ciertos componentes tóxicos, ya que los primeros frigoríficos utilizaban gases como el amoniaco y el ácido sulfúrico, que eran peligrosos para la salud. Con el tiempo, estos gases fueron reemplazados por el freón en 1930, que aunque menos tóxico, resultó ser dañino para la capa de ozono. Hoy en día, los frigoríficos modernos utilizan gases como el R-134a, que son más seguros y tienen un menor impacto ambiental.
Así cambiarán los frigoríficos
Jaka Tušek , profesor adjunto de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Liubliana, y su equipo, están probando una tecnología que utiliza tuberías de metal en lugar de refrigerantes tóxicos. “Si tan solo se libera a la atmósfera un kilogramo de un determinado refrigerante, el impacto ambiental equivale a recorrer unos 30.000 kilómetros”. Aunque hay un pero. El uso de estos materiales también plantea interrogantes, ya que son tóxicos, inflamables y tienen una eficacia reducida en climas cálidos.
Según la Estrategia de Calefacción y Refrigeración de la Unión Europea en el marco del Pacto Verde, las tecnologías de enfriamiento de estado sólido aún están en las primeras etapas de desarrollo, pero ofrecen el potencial de un enfriamiento más seguro, más silencioso y más eficiente sin dañar el medio ambiente.
Los investigadores están trabajando actualmente para hacer que la tecnología sea comercializable como parte del proyecto E-CO-HEAT , que se extenderá hasta principios de 2026, especialmente en un mundo que ve cómo las temperaturas aumentan cada vez más.
Los científicos dijeron que su prototipo actualmente alcanza el 15% de eficiencia máxima, mientras que la tecnología de compresión de vapor normalmente opera con una eficiencia del 20 al 30 %. Sin embargo, el desarrollo de la tecnología comenzó hace menos de diez años, por lo que los investigadores afirman que todavía tiene mucho potencial. Tušek y su equipo ya están trabajando con una empresa tecnológica irlandesa y universidades alemanas e italianas bajo el nombre de SMACool.
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