Adiós a la cama de matrimonio: el ‘sleep divorce’ es la nueva tendencia que triunfa entre las parejas

Se abre el debate entre las parejas: ¿dormir en camas separadas o juntas? En cualquier puesto de trabajo que se precie se han iniciado las rondas de preguntas y las conversaciones giran en “dormir juntos, pero si la pareja ronca...”; o en un “está sobrevalorado dormir juntos”, pasando por el “lo mejor de los hoteles es el tamaño king size y poder dormir cada uno en una cama gigante”.

¿No llegar a un acuerdo a la hora de dormir puede ser precursor de la tendencia del divorcio gris, donde cada vez más parejas de edad madura acaban separándose? Todo suma en estos casos, y tal vez no descansar sea la suma final. ¿Puede ser dormir separados la salvación de la pareja?

Horarios diferentes de trabajo, trastornos de sueño, ronquidos, hábitos de lectura, insomnio, más frío para uno, más calor de la otra persona, la manta, la sábana, las diferentes almohadas...

Hay que tener en cuenta si los trastornos del sueño suponen más tensión para la relación que el mantenimiento de las convenciones sociales. Dormitorios separados no significa que como pareja duerman siempre en habitaciones diferentes; a muchas personas les basta con dormir por separado cada dos o tres días, o en determinadas circunstancias (si uno ha salido y no quiere despertar al otro).

A largo plazo, no descansar aumenta el riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares. Las personas que no duermen lo suficiente pueden desarrollar presión arterial alta y un sistema inmunológico debilitado.

Qué es el sleep divorce

El divorcio del sueño, o sleep divorce (como se conoce en inglés), es la tendencia cada vez más común donde las parejas duerman en camas o dormitorios separados para mejorar la calidad del sueño.

Esta práctica ayuda a evitar esos trastornos del sueño como son los ronquidos (quienes tienen una pareja con máquina anti apneas conocen el ruido constante), el insomnio, los horarios de sueño diferentes, el estrés, la inquietud, que pueden provocar fatiga y tensiones en la relación.

Desde la Antigua Roma, la Edad Media, el Renacimiento, las posguerras, no sólo las viviendas han cambiado, sino también la percepción de intimidad, familia, espacio, y relaciones de pareja. Hoy en día, mientras aumenta la concienciación sobre el papel del sueño en la salud, la tendencia a dormir en camas separadas está resurgiendo. Es ya una opción práctica y real y no una mera quimera o de parejas que no están bien. Es un acuerdo para descansar.

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