Las fuerzas aéreas turcas asombran a China y EEUU con una maravilla sigilosa de quinta generación

En un mundo actual con la presencia activa de diferentes conflictos, cada vez son más países los que deciden invertir una mayor cantidad de dinero en Defensa. Los países bálticos no se fían de que lo que está ocurriendo en Ucrania hoy en día pueda traspasar fronteras e instalarse en su territorio, por lo que han ido tomando decisiones en ese sentido.

Tanto el conflicto en Ucrania como el de Franja de Gaza han puesto de manifiesto la importancia de dominar el cielo en estas situaciones. La presencia cada vez mayor de drones ha supuesto una importante novedad, pero los cazas siguen siendo todavía un importante activo en los conflictos bélicos. Los ‘reyes de los cielos’ desempeñan un papel importante, y Turquía lo ha comprendido diseñando una nueva aeronave de última generación.

Pese a ocupar la novena posición en cuanto a poder militar según el sitio especializado GlobalFirePower, en lo relativo a potencia aérea se encuentran muy lejos de los grandes dominadores en este aspecto, Estados Unidos, Rusia y China. Por ello, tiene en marcha un nuevo caza de quinta generación con la tecnología más vanguardista. Se trata de KAAN y entrará en servicio activo en la década de 2030.

Un novedoso avión de combate que supone, según el portal Interesting Engineering, un “salto monumental en las capacidades de defensa y la tecnología del país”. Ha sido desarrollado como parte del programa de Aviones de Combate Nacional y se pondrá al nivel de otros cazas destacados como son el F-35 estadounidense o el Su-57 ruso. Su tecnología de sigilo de última generación le hace casi invisible para los sistemas radar de potenciales enemigos.

Por otro lado, cuenta con una maniobrabilidad superior y una sólida integración de los sistemas de armas, haciendo posible realizar diferentes misiones de combate: desde superioridad aérea hasta ataques de precisión. Cuenta con dos motores para mejorar la potencia y fiabilidad, mientras que sus sensores avanzados y la presencia de inteligencia artificial dotarán a los pilotos de un perfecto conocimiento de la situación.

Mayor presencia nacional

Uno de los grandes puntos negativos de la aviación turca era la fuerte presencia de material extranjero. Y es que, según WarPower, la Fuerza Aérea Turca cuenta principalmente con productos estadounidenses de la era de la Guerra Fría, con el caza Lockheed F-16 Fighting Falcon como máximo exponente. Otros países de los que se nutre son Francia, Italia o España, entre otros.

Pero la situación está dando un giro gracias a una creciente base industrial militar nacional, como es en este caso con el KAAN. Tanto el fuselaje como la aviónica o el software son ‘made in Turquía’, lo que acelera los procesos de construcción y reduce la dependencia extranjera.

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