NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ACTUALIDAD

Las grandes incógnitas del “vuelo fantasma” que se estrelló en el Báltico

El avión se estrelló frente a la costa de Letonia cuando se quedó sin combustible, según la información proporcionada por las autoridades suecas.

Actualizado a
Foto: FlightRadar24

El accidente del avión Cessna 551, que se estrelló en el Mar Báltico a última hora de la tarde pese a que su aterrizaje estaba previsto en Colonia (Alemania), aún cuenta con algunas incógnitas pendientes de resolver. Dos de la Armada de Letonia y uno de la Guardia Costera, además de dos helicópteros, participaron en las labores de búsqueda en las que estuvieron dos helicópteros, uno de Letonia y otro de Suecia.

El Oficial de la Marina de Letonia, Liva Veita, habló ayer en declaraciones al medio sueco ‘Aftonbladet’ sobre “hallazgos menores” que todavía se siguen analizando para comprobar si los restos pertenecen al jet que partió desde Jerez de la Frontera (Cádiz). Según ha informado el medio ‘Express, en el aparato viajaba como piloto el empresario alemán Karl-Peter Griesemann, propietario de la compañía Quick Air, así como su esposa, su hija y el novio de esta.

Sobre el despegue del avión desde la localidad gaditana, se debe al hecho de que Griesemann y su familia se encontraban previamente en Atlanterra (Cádiz), una localidad cercana a Zahara de los Atunes, donde tenían desde los años 80 un chalé en el que pasaban los veranos. Fuentes de esta localidad andaluza, consultadas por ‘20 Minutos’, revelan que la familia disfrutaba de esta residencia “durante unas tres o cuatro veces al año”.

Las causas del accidente, aún por descubrir

El experto sueco en aviación, Hans Kjäll, sobre las posibles causas del accidente. “El avión volaba a una altitud de unos 11.000 metros, donde la presión del aire es baja. Si hay una caída en la presión de la cabina a tal altitud, hay muchas probabilidades de perder el conocimiento”, aseguró a la cadena sueca ‘SVT’

Con respecto a la trayectoria que mantuvo el vuelo desde el momento del despegue, hasta el momento del siniestro, el avión perdió el contacto con tierra sobre las cinco de la tarde cuando volaba sobre Toledo, según ha informado Enaire a ‘El Mundo’. De hecho, cambió de rumbo hasta en dos ocasiones, una cuando volaba sobre París, y otra cuando hizo lo propio sobre Colonia, lugar previsto para el aterrizaje del vuelo, según recogió la web ‘FlightRadar24′.

Escoltados por cazas españoles y aviones de la OTAN

Además, Enaire también confirmó a este medio que el avión mantuvo en línea recta con el piloto automático activado. Sobre el accidente, las autoridades suecas responsables del rescate declararon a ‘AFP’ que la causa del mismo pudo estar provocada por una posible pérdida de combustible de la aeronave.

Desde Estonia se movilizó un avión de combate de la OTAN perteneciente a la misión de la Policía Aérea Báltica, para seguir la trayectoria del avión, al igual que lo hicieron cazas españoles y un avión de combate Eurofighter que despegó desde Alemania. El último mensaje emitido desde el avión reportaba problemas a causa de una despresurización en cabina, cuando el avión se encontraba a 2.100 pies.