Un estudio descubre la alternativa al Ozempic: mismos efectos, mucho más barato y lo tienes en la despensa
Investigadores de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) señalaron a la avena como el producto que podría tener efectos similares que este fármaco para la diabetes.
En los últimos años, se han popularizado los fármacos recetados contra la obesidad. Ozempic ha sido uno de ellos. Recetado para pacientes con diabetes tipo 2, se trata de un medicamento de inyección subcutánea.
La parte frontal del muslo, la parte frontal del abdomen o la parte superior del brazo son algunas de las zonas recomendadas para llevar a cabo la inyección. La semaglútida es su principio activo, con el fin de controlar los niveles de azúcar en sangre, controlar la glucosa y regular la insulina en el organismo.
Un fármaco cuyo efecto no solo se limita a la dosis administrada en cada pinchazo, sino también a una alimentación adecuada y ejercicio físico. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) señalaron en un estudio publicado en The Journal of Nutrition la alternativa que todos podemos tener a disposición en nuestra despensa.
Se trata de la avena. Estos expertos hicieron alusión al contenido en fibra de este alimento, especialmente de beta-glucanos, que podría tener efectos similares a los de fármacos GLP-1 diseñados para tratar la diabetes, como Ozempic. Precisamente, hallaron que esta fibra mejoró la tolerancia a la glucosa y disminuye la acumulación de grasa.
Producto versátil dadas sus propiedades
Además, los expertos reflejaron que el resto de fibras analizadas en el ensayo que se llevó a cabo con ratones, “no tuvieron ningún efecto”. También concluyeron que esta suplementación aumentó las concentraciones de butirato, que es un ácido graso producido en el colon cuya función es reforzar la barrera intestinal.
La avena es un cereal muy popular y uno de los productos más recomendados dada su riqueza en fibra, proteínas y nutrientes esenciales, así como sus propiedades para mejorar la digestión, reducir el colesterol ‘malo’ o LDL (lipoproteínas de baja densidad) y controlar el apetito.
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