Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola
Ciencia

Estudia a 200 niños y todos los que tienen alta inteligencia emocional presumen de padres con estos 7 comportamientos

El uso del silencio, la mención de los tipos de emociones, el reconocimiento de los errores propios o la validación de los sentimientos son algunos de ellos.

Niños jugando en el césped
Arianna Villaescusa
Natural de Aliaguilla, Cuenca. Es graduada en Periodismo y también en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad Jaume I de Castellón de la Plana. Apasionada de la escritura y el lenguaje, vio en el periodismo su verdadera vocación.
Actualizado a

La educación basada en la inteligencia emocional es una de las vías más populares de instruir a los más pequeños, con el fin de que, como adultos, sepan reconocer sus propias emociones y las de los demás. Sin embargo, hoy en día este tipo de educación no resulta tan sencilla, pues tradicionalmente se ha hecho mayor hincapié en las buenas calificaciones, entre otros.

Una crianza basada en las emociones

La coach experta en crianza consciente, Reem Rouda, ha estudiado durante años 200 relaciones entre padres e hijos, cuya crianza de estos últimos se centra en dar importancia a las emociones. Tras esta investigación, Rouda ha llegado a la conclusión de que existen siete comportamientos para una crianza positiva.

La primera de ellas es que el silencio ayuda a gestionar mejor las emociones y reflexionar sobre estas. Cuando los más pequeños estaban molestos, tristes o en pleno berrinche, los padres optaban por estar a su lado en silencio, demostrando consuelo sin utilizar las palabras. En segundo lugar, daban nombre a los sentimientos desde muy pequeños, de forma que podían expresarse y compartirlos, en lugar de reprimirlos.

La importancia de validar todo tipo de sentimientos

En tercer lugar, los progenitores que educaban en la inteligencia emocional reconocían sus errores a sus hijos y no dudaban en disculparse por ello, lo que hace que los pequeños se sintieran valorados y suponía un ejemplo de empatía. Si bien, la cuarta de las actuaciones es que no forzaban frases como ‘por favor’, ‘gracias’ y ‘lo siento’. Si los niños se olvidaban de decir estas frases en momentos oportunos, eran los padres los que lo decían por ellos, con el fin de que quedasen grabadas con el tiempo.

En quinto lugar, resultaba importante validar en todo momento las preocupaciones y sentimientos de los hijos, por nimios que pareciesen, lo que fomentaba la autoestima y seguridad de los menores. Además, este tipo de progenitores animaban a sus hijos a tomar sus propias decisiones, procurando no resolverles los problemas en todo momento, incitando así al pensamiento crítico y la independencia.

Noticias relacionadas

Por último, la creatividad y la autorregulación de las emociones se vio favorecida por el fomento del aburrimiento. Resulta imprescindible que los más pequeños sepan disfrutar de su propia compañía solos o de actividades menos estimulantes, como puede ser mirar por la ventanilla del coche en lugar de tener una pantalla en todo momento. En cualquier caso, la coach recomienda construir relaciones basadas en el respeto y la confianza entre padres e hijos.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.

Etiquetado en:

Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Tu opinión se publicará con nombres y apellidos

Te recomendamos en Ciencia

Productos recomendados