Científicos hacen la primera fotografía de la historia de una de las zonas más esquivas del Sol
La sonda Solar Orbiter de la ESA logra captar una región nunca antes observada directamente, revelando datos clave sobre el campo magnético y el clima espacial.

Por primera vez en la historia, la humanidad ha podido observar el polo sur del Sol con claridad. La sonda Solar Orbiter, una misión conjunta de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, ha captado imágenes sin precedentes de esta región desconocida el pasado 23 de marzo. Las imágenes, publicadas oficialmente el 11 de junio, marcan un hito científico, nunca antes una nave había alcanzado una inclinación orbital suficiente para ver directamente esa zona del Sol.
Hasta ahora, todas las misiones espaciales habían observado el Sol desde el plano ecuatorial, en línea con la órbita terrestre. Sin embargo, gracias a un complejo sistema de maniobras asistidas por la gravedad de Venus, Solar Orbiter logró situarse a 17 grados por debajo del ecuador solar. Esa posición permitió observar por primera vez el polo sur solar, una región clave para entender el comportamiento del campo magnético de nuestra estrella.
Los secretos del campo magnético solar
Uno de los instrumentos clave a bordo de la nave es el Polarimetric and Helioseismic Imager (PHI), que ha revelado que el polo sur está cubierto por parches magnéticos de polaridad opuesta. En lugar de presentar un único tipo de campo, como ocurre con los imanes convencionales, esta región muestra signos claros de un proceso de inversión magnética en curso.
“Este comportamiento caótico del campo magnético es una señal inequívoca de que el Sol se encuentra en la cúspide de su máximo solar”, explicó Daniel Müller, científico del proyecto en la ESA. Esta fase de alta actividad se produce cada 11 años y culmina con la inversión de los polos magnéticos solares, lo que afecta profundamente al clima espacial.
Las imágenes obtenidas no son solo espectaculares visualmente. Gracias a otros instrumentos como el Extreme Ultraviolet Imager (EUI) y el espectrógrafo SPICE, los científicos han podido observar cómo se comportan los elementos químicos dentro del plasma solar, así como el flujo de partículas que forman el viento solar, una corriente constante que impacta directamente en nuestro planeta.
“Estas observaciones transformarán nuestra comprensión del campo magnético del Sol y del viento solar”, afirmó Müller. “Es el primer peldaño en nuestra escalera hacia el conocimiento de los polos solares”.
Solar Orbiter no se detendrá aquí. Durante los próximos años, continuará inclinando su órbita hasta alcanzar 24 grados en diciembre de 2026 y 33 grados en junio de 2029. Estas maniobras permitirán observaciones aún más detalladas de los polos solares, zonas que juegan un papel crucial en el ciclo solar y la generación de tormentas solares.
Para la comunidad científica, este logro no solo representa un avance teórico. Mejorar el conocimiento sobre la dinámica solar es esencial para prever eventos extremos del clima espacial, como las eyecciones de masa coronal, que pueden afectar satélites, redes eléctricas y sistemas de navegación en la Tierra.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar