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Advertencia del filósofo Zizek sobre el riesgo entre la Inteligencia Artificial y las personas

“Las nuevas IAs se basan en la apropiación indiscriminada de la cultura existente, y el creer que son realmente expertas o significativas es algo activamente peligroso”, exhibe este experto en Clarín.

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Advertencia del filósofo Zizek sobre el riesgo entre la Inteligencia Artificial y las personas
UnSplash

La Inteligencia Artificial (IA) es la combinación de algoritmos planteados con el objetivo de confeccionar máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano. Una tecnología que todavía nos resulta desconocida y misteriosa, pero que desde hace unos años está presente en nuestro día a día a todas horas.

Sobre esta tecnología que imita la inteligencia humana, el profesor de Filosofía de la European Graduate School, Slavoj Žižek, ha realizado recientemente una dura crítica en Clarín. “Las nuevas IAs se basan en la apropiación indiscriminada de la cultura existente, y el creer que son realmente expertas o significativas es algo activamente peligroso”, exhibe este experto.

Cautela con los nuevos generadores de imágenes de IA

Es por ello que debemos ser muy cautelosos con los nuevos generadores de imágenes de IA, los cuales emplean un sistema capaz de crear imágenes desde cero utilizando algoritmos de aprendizaje automático. Es decir, a partir de la entrada de texto en un lenguaje natural, estos programas pueden crear imágenes originales y realistas.

Cabe destacar que estas bases de datos de imágenes con las que estos modelos se han entrenado están llenos de fotos recopiladas de la red sin permiso, lo que puede suponer una vulneración de derechos de autor. De hecho, algunos propietarios de estas extensas colecciones de imágenes han reconocido que incluso en su listado puede haber pornografía infantil e incluso propaganda de grupos terroristas.

El verdadero peligro

Por todo ello, existe una tendencia generalizada en la sociedad actual que advierte de multitud de riesgos que están pasando desapercibidos. En este contexto, también aparece chatbot, un software que simula una conversación real con una persona, gracias a una interfaz que se construye con palabras clave y se basa en interacciones que se repiten entre usuarios y marcas en sitios web.

“El problema no es los chatbots sean estúpidos; es que no son lo suficientemente ‘estúpidos’. No es que sean ingenuos; es que no son los suficientemente ‘ingenuos’. El verdadero peligro, entonces, no es que la gente tome a un chatbot por una persona real, es que comunicarse con los chatbots haga que las personas hablen como chatbots, pasando por alto todos los matices y las ironías, diciendo obsesivamente y con precisión lo que creen que quieren decir”, puntualiza Žižek.

Arma de doble filo

Por todo ello, la IA, en su conjunto, está demostrando ser un arma de doble filo. Aunque esta genera beneficios para el consumidor y un gran valor comercial, también está dando lugar a una serie de consecuencias no deseadas y, en ocasiones, graves.

Las más visibles, que incluyen violaciones de la privacidad, discriminación, accidentes y manipulación de los sistemas políticos, son más que suficientes para incitar a la cautela. Más preocupantes aún son las consecuencias que todavía no son conocidas o están experimentadas.