SU HISTORIA DE AMOR

Erika Choperena, la 'jefa' y mujer de Griezmann


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Antoine Griezmann y Erika Chopenera el día de su boda.

A sus 26 años, Antoine Griezmann es considerado uno de los mejores futbolistas del mundo en la actualidad. Pero como a todos, no le ha sido fácil llegar hasta aquí.

Nacido en la localidad francesa de Mâcon, abandonó su país con 13 años para fichar por la Real Sociedad después de que varios y potentes clubes galos le rechazaran por su escasa estatura. Creció lejos de casa, pero deportivamente obtuvo sus frutos y fue ascendiendo progresivamente en cada categoría del conjunto donostiarra.

Cuando aún era una promesa, conoció a Erika Choperena, una joven de Vera de Bidasoa (Navarra) un año menor que él que estudiaba Pedagogía en San Sebastián y con la que coincidió en la residencia en la que comía con el equipo. Se enamoró de ella nada más verla pero tardó un año en conquistarla. Cuando lo consiguió no volvieron a separarse y se convirtió en un pilar fundamental en su vida. "Me ha hecho mejor dentro del campo y fuera" reconoció Griezmann en una entrevista con El Transistor en la que recordó su historia de amor.

Su hija Mía, su boda y Erika

Cuando Griezmann fichó por el Atlético de Madrid en el verano de 2014, Erika Choperena se trasladó con él a la capital y también fue clave en su adaptación. En abril de 2016 se convirtieron en padres con el nacimiento de su hija Mía y hace exactamente dos semanas, el pasado 15 de junio, se convirtieron en marido y mujer en una boda celebrada en Toledo que llegó por sorpresa. "Un camino lleno de felicidad #GriziCoro", presintió Griezmann en Instagram días después de su compromiso.

Una semana antes de dar el "sí quiero", Griezmann concedió una entrevista personal a Icon en la, entre muchos temas, también reveló porqué para él Erika es "la jefa".

"Porque es la que me lleva todo. Hay obras en casa y es ella la que lo maneja todo, los papeles de la casa, del club… Yo me olvido del papeleo. Así solo pienso en el fútbol. Y eso me viene muy bien".

Además de la casa y los papeleos, Erika también se encargó de que su hija Mía no afectara al descanso del futbolista. "Antes la niña tenía cólico y dormía mal por las noches. Mi jefa se encargaba de ella y yo me iba a otro cuarto para poder descansar para el partido. Ahora dormimos los tres juntos. Y si se despierta voy yo a darle el chupete", comentó el jugador.

Pero en esta entrevista, Griezmann también reveló que hay algo en lo que Erika no es determinante: en sus frecuentes cambios de look.

"A veces me puede sugerir algo. O me prepara un look en la cama y me lo pongo. Depende. Sobre el pelo no suelo preguntarle. Al principio no le gustaba nada, pero luego se acostumbró. Solo el 50% de las veces le hago caso", agregó.

Después de casarse, Griezmann viajó a Estados Unidos para cumplir con varios compromisos profesionales, pero desde hace tres días ya están disfrutando de su luna de miel. Erika lo reveló en Instagram sin desvelar el destino escogido y este jueves el jugador compartió uno de sus momentos de diversión: un baile de su mujer bailando Maluma con agradecimiento al cantante incluido.