MASTERS 1.000 MONTECARLO

Nadal, el rey de la tierra, firma 300 victorias en esta superficie

Derrotó a Seppi por 6-1 y 6-3 con su patrón clásico de movilidad y bolas altas. Mañana jugará cuartos con David Ferrer (12:30), que se ha impuesto hoy a Dimitrov.

Andreas Seppi podrá contar que tuvo un huequecito en la historia de Rafa Nadal, el mejor jugador de todos los tiempos sobre tierra. Porque él fue el invitado a la victoria número 300 sobre arcilla del campeón de 13 grandes: 6-1 y 6-3 en 1h:13. Nadal ya pisa los cuartos de final de un torneo que ha ganado en ocho ocasiones, y se medirá este viernes (12:30, TDP y Digital+) a David Ferrer, que liquidó al prometedor Grigor Dimitrov por un claro 6-4 y 6-2 tras arrancar 0-2.

Se puede decir que esas 300 victorias no son ni la mitad de las 644 que atesora Guillermo Vilas. Pero los números hay que ponerlos en contexto. La temporada de tierra ha ido en regresión frente a la pista rápida. En la época del argentino, los setenta, incluso el US Open, que él ganó en 1977, se dirimía en la tierra verde de Forest Hill. En esos 300 triunfos de Nadal caben sólo 21 derrotas, con una efectividad del 93,4% frente al 79,8% del Toro de las Pampas. Caben también ocho Roland Garros, ocho Montecarlos, ocho Godós… En total, 43 títulos, que pronto dejarán atrás los 46 de Vilas. Logros marcianos para 321 duelos.

VICTORIAS EN TIERRA

    Tenista               Vict.   Derr.   %    Títulos

1. G. Vilas (Arg)     644     163   79,8        46

2. M. Orantes           48      147  76,8        29

3. T. Muster (Aut)   422     127  76,8        40

4. P. Higueras        376     164  69,6        15

5. Dibbs (EE UU)   368     127  74,3        14

6. C. Moyá                337     143  70,2        16

7. I. Lendl (EE UU)  329       75  81,0        28

8. Nastase (Rum)   327       96  77,3        27

9. A. Gómez (Ecu)    322     138  70,0        16

10. J. L.Clerc (Arg)   301       88  77,3        21

11. R. Nadal              300        21 93,4        43

Y como si Nadal quisiera hacer una síntesis de las armas que le han dado esas 300 victorias, dibujó de inicio ante Seppi uno de sus partidos clásicos: abrió con dos roturas para ganar cuatro juegos seguidos. Recital de bolas altas con top-spin, movilidad desde el fondo, drives profundos para abrir pista… El patrón Nadal que se convierte en tortura para casi todos sus rivales (sálvese Djokovic) en su superficie fetén.

El italiano, 35º del mundo, espabiló en el quinto juego, donde dispuso de cinco bolas de break. El número uno las neutralizó y logró una tercera rotura para el 6-1 con un paralelo firma de la casa.

El segundo set no tuvo la intensidad que le hubiera venido bien al balear para coger ritmo de cara a pruebas como la de Ferrer (“un gran reto ante el que debes presentarte al máximo nivel”, advierte), a quien domina 21-5. Quizá falto de esa presión, cedió su servicio por primera vez más por errores propios que por méritos de Seppi para 4-3. Lo corrigió con un contrabreak y cerró con 6-3 su triunfo 300. “Qué decir de él... No hay más en tierra batida”, resopló Ferrer.