MASTERS 1.000 MONTECARLO
Rafa Nadal inicia la reconquista tirando de oficio ante Gabashvili
El número uno inició la defensa de 5.100 puntos en tierra de menos a más. Ganó 6-4 y 6-1 pero comenzó con break en contra. Hoy (hacia las 12:00), Seppi.
Rafa Nadal inició la reconquista de Montecarlo, esa plaza que el año pasado le arrebató Novak Djokovic, con una victoria por 6-4 y 6-1 en 1h:12 contra Teymuraz Gabashvili. Fue su triunfo 299 sobre tierra. En octavos, para llevar a buen fin su particular rescate, tiene la obligación de alcanzar el 300 en octavos frente a Andreas Seppi (hacia las 12:00, TDP y Digital+), que derrotó a Pablo Andújar (7-6, 5-7 y 6-4).
Los gitanos quieren malos principios para sus hijos, reza el dicho. Que la cuota de mal fario se reparta cuanto antes. Si eso se cumple con Nadal, todo debería ir a mejor, porque subió, sin demasiado brillo, pero con oficio, el primer escalón que le debe llevar a la defensa de 5.100 puntos y su número uno de aquí a Roland Garros. En Mónaco, además, es el único torneo donde puede sumar, cosa que haría ganándolo. Él defiende 600 puntos y el serbio 1.000.
La seguridad que Nadal busca en esa tierra en la que es casi invencible tardó seis juegos en llegar en la pesada pista del Principado. El ruso, número 58 del mundo, comenzó el partido con un desconcertante break.
Los papeles aparecían cambiados: Gabashvili bien al resto y Nadal a merced. El que iba de lado a lado era él. Incluso, el ruso tuvo una bola para colocarse 1-4. No la materializó y llegó la rotura del español, ocho veces rey en Montecarlo, para igualar a tres y no dejar ya de mandar. De menos a más, acabó la primera manga con 15 golpes ganadores con sólo tres errores no forzados, por 12-10 del ruso.
En el segundo set, con Gabashvili blando al saque (0/6 con primeros), Nadal avanzó hacia el 4-0. Pero en el quinto juego volvió a dejar bolas a media pista y el ruso consiguió una de rotura que el balear tuvo que afrontar con segundo servicio tras recibir un segundo warning por violación de tiempo de saque. Lo resolvió mal (luego cargaría contra la norma y el juez, Pascal Maria) y significó el 4-1, que enseguida corrigió. “Acabar mejor que empiezas siempre es buena señal”, resumió. Lo malo, cuanto antes mejor. Porque el resultado fue engañoso.