Con 41 años recién cumplidos, Patrick Rafter, dos veces campeón del US Open y capitán australiano en Copa Davis, volvió a jugar en gran competición. Rafter (de Mount Isa, Queensland y habitual en los 'Masters' de veteranos) se alineó en el cuadro absoluto de dobles del Abierto de Australia junto a su amigo Lleyton Hewitt. Aunque Rafter emitió algún destello de clase, la veterana pareja 'aussie' (casi 37 años de edad de promedio) cayó derrotada por Butorac-Klaasen: 6-4, 7-5. Después, Pat Rafter conversó con AS...

-Su presencia en el cuadro absoluto de dobles junto a su colega Lleyton generó máxima expectación. Hewitt hizo la reflexión de que usted piensa que 'aún le quedan cosas por demostrar'. ¿Cómo lo ha vivido?

-Ja, ja... eran cosas a demostrar sobre todo, en el vestuario. He tenido que aguantar de todo. me decían que tuviera cuidado con los calambres, con los tirones, con las rodillas, que si me iba a quedar en la pista. Me han arrojado de todo: en ese sentido, en el vestuario, Ivan Lendl es pesadísimo, un auténtico peligro ('menace')".

-Es el capitán de Australia en la Copa Davis, que se reactiva desde el último día de este mismo mes de enero. Ustedes, Australia, tienen un problema con Francia, en La Roche sur Yon. Y el equipo de España, con Carlos, Moyá al frente ¿cómo lo ve...?

-Hemos trabajado mucho con nuestros chicos. Pero ya era bastante difícil enfrentarnos en Francia en su pista y en tierra batida... y además, ahora, tenemos que esperar a saber si Bernard Tomic estará recuperado de su lesión muscular y puede jugar. La eliminatoria de España en Alemania es difícil. Pero, con la cantidad de grandes jugadores que España tiene, puede ganarla sin duda. España puede ganar otra vez la Copa Davis. A nadie sorprendería. Tiene todo el potencial.

-Pero se antoja dificil que puedan jugar Nadal y Ferrer. Y juntos, parece casi imposible...

-Es la otra cara de tener jugadores tan buenos. Si tienes jugadores de nivel tan alto, ya sabes que ellos van a tener otros asuntos más importantes ('biggest issues') que la Copa Davis. No hay que tomárselo a mal: es algo natural en estas situaciones. Lo importante es que en España sigan saliendo buenos jugadores. Y creo que allí se siguen dando todas las condiciones para ello: buen tiempo, buenos entrenadores e instalaciones, buen ambiente... y toda esa expectación y afición que han creado todos estos mismos buenos jugadores, con Nadal y Ferrer al frente y con Verdasco, Feliciano, Almagro... es algo que me hace feliz por España... aunque no demasiado feliz. Me gustaría más que eso hubiera sido en Australia, claro.

-¿Le hubiera gustado jugar contra alguien como Nadal?

-Lo he imaginado muchas veces en mis sueños. Habría disfrutado... no sé hasta qué punto. Hubiera sido un choque de dos estilos totalmente opuestos: como cuando yo jugaba con Andre Agassi, más o menos. En tierra batida, yo no habría tenido ninguna posibilidad. En tierra, Rafa es, sin duda, el mejor jugador de todos los tiempos y ahí ha llevado el juego y su ritmo hasta alturas desconocidas: su palmarés en Roland Garros , con ocho títulos en París, habla por sí solo: es algo increíble Pero en Wimbledon y en el US Open supongo que podríamos haber creado algunos partidos emocionantes.