Se rompió el gafe y al final el Atlético de Simeone consiguió ganar al Girona y encima marcar dos goles que era otro gafe que les perseguía con este club y luego resultó que el VAR les hizo un guiño en el gol de Godin, aunque el árbitro se comió un claro penalti a Morata. Duro palo el empate a última hora del Barça ante el Villarreal y el sábado llega el momento de poder reivindicar la decepción de al Juventus conquistando el Camp Nou que es otra de las deudas pendientes que tiene el cholismo en su andadura liguera. Simeone y Godin fueron claros a la conclusión del partido: “Vamos a ir a ganar al Barcelona”. El problema va a ser de mentalización y es urgente que el técnico asuma que solamente a Messi y sus compañeros se les puede poner en problema saliendo con el tridente ofensivo, si al final los sustos médicos de Costa y Morata lo permiten y junto con Griezmann puedan explotar las carencias defensivas que ha demostrado Valverde y su bloque y que no les ha traído más disgustos debido a que Stegen en la portería sigue demostrando que es el único rival que tiene Oblak. Parece que Morata sería un milagro, pues Vitolo hizo todos los méritos necesarios para estar en el campo, sin olvidar la opción de Correa o Kalinic. Si el cholismo repite la norma de estas campaña de los cuatro centrocampistas, se encierra sobre el área propia y le da la pelota a Messi es imposible cualquier milagro y la historia deja claro los motivos por los que no se ha conseguido ganar en el feudo azulgrana de la mano de Simeone. Siempre que le permita a Messi o Luis Suárez pensar en los metros finales son letales y por lo tanto la opción de un final de liga apasionante resulta imposible. Por lo tanto nadas de cerrojazo y hasta los propios aficionados les darían un gran aplauso en caso de noventa minutos de ida y vuelta al final se pudiera perder. El Atlético siempre ha sido un histórico que ha dado la cara.

Es una pena que se nos vaya a ir Godin por la política de no renovar por un año solamente aquellos jugadores que cumplan 30 años. El capitán uruguayo ha demostrado que tiene sangre rojiblanca y aparte de su solvencia en el campo es el líder virtual para sus compañeros, como reconoció Griezmann asegurando que cuando habló con él el pasado verano se le acabaron las dudas sobre si continuidad o no. El seguro de garantía seguirá siendo Oblak. Volvió a estar cumbre con el Girona al principio del partido con un milagro en un cabezazo y sin olvidar a un Giménez que cada partido que pasa se encumbra en la élite de los defensas mundiales. Y, en el centro del campo, nada de inventos. Seguir apostando por Koke como medio centro, nada de experimentos por las bandas y con mentalidad de apoyar a sus delanteros y libertad absoluta a Saúl para que haga lo que quiera en sus subidas por la banda izquierda. Lo importante es plantar batalla, no arrojar la toalla y dejar claro que el cholismo se deja el alma en cada partido. Mientras en las oficinas siguen mirando el mercado de fichajes y que nadie lo ponga en duda que habrá sorpresas de grandes estrellas que ahora mismo ven en el proyecto rojiblanco uno de los más importantes de Europa. La importancia del duelo es que la plantilla ha organizado en Majadahonda un asado para hablar entre ellos y salir convencidos de que pueden hacer la machada.