Chapado y la pasión por competir

La expresión ‘chapado a la antigua’ define a aquel que tiene ideas y costumbres viejas o anticuadas. Raúl Chapado es todo lo contrario: un directivo con planteamientos modernos, que ha llegado a la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) para quitar la chapa de óxido y las telarañas que se habían formado en los 28 años de presidencia de José María Odriozola. No critica a su antecesor, pero sí tiene claro que no basta con una mano de pintura, que hay que hacer una profunda reestructuración, progresiva y sin traumas, y “adaptar el atletismo a la sociedad actual”. El extriplista abulense no tenía previsto presentarse, pero se lo pidieron varios dirigentes autonómicos, se le acercaron varios atletas mediáticos, y preparó un plan estratégico de 80 páginas que finalmente se convirtió en su programa electoral.

Atletismo en los colegios, búsqueda de recursos propios, tolerancia cero ante el dopaje, exposición en las redes sociales y los medios de comunicación... Pero, sobre todo, un lema resuena: ‘Pasión por competir’. Chapado no va a exigir medallas a los atletas internacionales, pero sí que se expriman en la competición. Las mínimas no pueden ser una meta en sí mismas, ni los viajes a Juegos Olímpicos y Mundiales un premio. El final del camino es dar el máximo rendimiento cuando se representa a España. Y por eso las becas se otorgarán según la actuación con el equipo nacional, y no con otras camisetas. Hay veteranos que sirven de ejemplo, como Ruth Beitia o García Bragado... Y a su estela han surgido atletas que exhiben esa nueva imagen: Hortelano, Sergio Fernández, Ureña, Torrijos, Mayo, Esther Guerrero, Ana Peleteiro, De Arriba, Alcalá... Apasionados por competir.