Puerta grande o enfermería

Camacho se la juega. El presidente de Gabón, Ali Bongo, ya no se esconde. Ayer se presentó en la concentración de la selección para recordarle a todos, al seleccionador el primero, lo importante que es superar esta noche a Camerún y seguir en competición. Hace 23 años que el país anfitrión de la Copa de África no cae eliminado en la fase de grupos, y éste es el reto de Camacho que confía en que Aubameyang dé lo mejor que tiene, que es gol y velocidad, y les ayude a pasar a cuartos de final. La presión es intensa para Camacho, que aceptó el reto de dirigir a Gabón en el torneo y que, una vez que asumió, ya sabía que debía hacer el trabajo con sólo 19 días de preparación. Si esta noche no pasa el corte, Camacho va a tener serios problemas para continuar en el cargo antes de que acabe el día.

Estamos ante un partido de puerta grande o enfermería. Si Gabón gana y pasa, Camacho seguirá en el banquillo como un héroe. Si Gabón pierde y es eliminada, tendrá que dar por finalizada su aventura en el fútbol africano. El técnico español ha pedido el apoyo de la afición, que hoy llenará el estadio de La Amistad. Ali Bongo estará en el palco. Es el que nombró a Camacho, por consejo de Deco, y es el que paga. Es un presidente poco comprensivo, la verdad, que tiene problemas sociales y políticos y a quien una temprana eliminación de Gabón de la Copa de África le supondría sacar el foco del fútbol y ponerlo sobre su persona. No es lo que tenía pensado antes de comenzar el torneo. Ali Bongo siente la presión, una presión que ayer, ya sin disimulo, descargó sobre Camacho.