Ramos Fútbol Club

Campeones de Invierno. Como diría Laporta (nunca imaginé que le nombraría para bien en esta página), “al loro, que no estamos tan mal”. Acabo de mirar la clasificación y veo que el Madrid de Zidane está líder destacado, con 43 puntos. El Sevilla, que hoy juega en Pamplona, está cuatro abajo (39). El Barça, que hoy juega en Eibar, viaja por la A-5 (38). Y el Atleti, que hoy juega en Bilbao, a nueve (34). Y todos se acostaron con los mismos partidos disputados, dado que al Madrid le queda pendiente el de Mestalla (22-F). Sus tres rivales pueden dejarse hoy algún punto en la particular Vuelta al País Vasco que les toca correr en este primer domingo post-temporal. El caso es que el Madrid de Zizou es dignísimo y flamante Campeón de Invierno. No nos vamos a ir a Cibeles a celebrarlo (el madridismo sólo celebra títulos con su Diosa), pero es síntoma de que las cosas se están haciendo bien. Por una semana borrascosa no vamos a decir que aquí siempre hace mal tiempo. Al revés. Ayer mismo salió un sol que permitía ir al Bernabéu con ganas de cerrar las heridas dejadas estos días por Sevilla y Celta. Y se ganó. Sin lujos y sin un fútbol que te haga editar vídeos para recordarlo. Pero se ganó. Recuerden que la temporada pasada el Málaga de Kameni nos quitó la Liga (igualó 0-0 en el Bernabéu y 1-1 en La Rosaleda). Sólo les rascamos dos puntos de seis posibles. Y este Málaga empató en el Camp Nou hace unas semanas. O sea, valoremos el mérito de un triunfo terapéutico y necesario. Vencer, primero. Convencer, después.

San Sergio. No me cansaré de repetir que el capitán es el corazón de este equipo. Ramos es el Raúl del siglo XXI. Él es el que acude a salvar a la tropa cuando los gafarrones avisan de un posible naufragio. Posee esa virtud innegociable que diferencia a los valientes-osados de los frágiles de espíritu. Cuando huele a pólvora él se lanza corajudo a por el cartucho y lo aleja de la manada. No tiembla en momentos de dudas y alteraciones ambientales. El runrún del Bernabéu ha terminado con muchos futbolistas. Pero Ramos es cuerpo de élite. Capitán General de Todos Los Ejércitos Blancos. Sus dos goles, el primero formidable y el segundo de pillo aunque en fuera de juego, minaron a un rival que empezaba a amasar una machada pese a las bajas. Ramos fue bombero y héroe a la vez. Dedicó su primer gol a un amigo rapero (por eso se puso el micrófono) y el segundo a su madre (por eso se besó el tatuaje que tiene de ella). Ramos ya es el Pichichi del equipo tras Cristiano (seis en Liga, por delante de los 5 de Bale, Benzema y Morata) y está a sólo dos golitos de Roberto Carlos. Suma 66 dianas con la zamarra blanca. Iniesta, por ejemplo, acumula 60 en el Barça... Ramos ya está instalado en la planta noble de la historia del club. ‘Ramos Fútbol Club’.

A remontar en Vigo. Una vez pasado el susto ante los malacitanos (Keylor evitó el 2-2), el madridismo pone sus cinco sentidos en el partidazo del miércoles en Vigo. Toca remontar un 1-2 ante un Celta dificilísimo. Pero este equipo jamás esconde la cara. Me lo recuerdan Claudio de Lleida y las peñas extremeñas de Lobón, Plasencia y San José de Calamonte, sí como las de Melilla, Manacor (orgullosos de su paisano Nadal, que nos emocionó ayer en Australia), Torrevieja, Arévalo, Casablanca (Marruecos), Sepúlveda, Soria y la de Teruel (amigos, el temporal aplazó nuestro Día del Madridismo, pero nos veremos el 4 de febrero). ¡Sois los mejores!