Victoria de otra temporada la que consiguió el Atlético en Eibar. Lo dijo Griezmann al finalizar: “Hemos vuelto a correr y trabajar mucho en equipo y aunque tengamos pocas ocasiones hay que intentar aprovecharlas”. Contra la UD Las Palmas en LaLiga Godín manifestó: “Jugamos para ganar y no para gustar”. Da la sensación de que los rojiblancos van volviendo a la fórmula de los interiores, la de los cuatro centrocampistas. Le tocó esta vez a Giménez guardar la espalda a Gabi. Me cuesta todavía digerir al uruguayo ahí. Cumple en la destrucción y sufre en la creación y ahí falta dar con la tecla. Mientras Saúl y Koke volvían a coger el mono del interior.

Entre que Gaitán no despega y Carrasco es alérgico a la banda derecha los rojiblancos demostraron que se sienten más cómodos en este habitat. No fue brillante la victoria, yo diría que fue hasta demasiado castigo para los de Mendilibar, pero los rojiblancos transmiten mayor convicción a la hora de jugar de esa manera. Es como el resultado a las frases de dos pesos específicos, tres si sumamos las de Gabi semanas atrás: “Nos sentimos más cómodos jugando para ganar que para gustar”. He ahí la cuestión.