Después de la victoria de Francia frente a Irlanda y el partidazo realizado por Griezmann estuve viendo varias tertulias deportivas de las televisiones de mi país. Y un nombre no paraba de volver: el de Diego Simeone. Para hablar de la importancia que había cobrado el delantero rojiblanco en la selección de los Bleus todo el mundo recordaba su evolución de los dos últimos años y señalaba al Cholo como el máximo ‘culpable’ de tal éxito. Unas numerosas opiniones lógicas y legítimas porque muchos nos preguntamos qué hubiera sido de Griezmann si hubiera fichado por el PSG y no por el Atlético.

Hay que recordar que, seis meses antes de su llegada a Madrid, el entonces jugador de la Real Sociedad estuvo a punto de tomar la dirección de la capital francesa. ¿Os imagináis que, en vez de Simeone, hubiera sido el ahora despedido Blanc quien hubiera tenido a Griezmann entre sus manos? Seguramente, la estrella de la selección francesa sería un buen jugador pero en ningún caso el futbolista tan completo y tan competitivo que es ahora y que permite a los Bleus empezar a soñar en su Eurocopa. Así que, merci monsieur Simeone.