Nacho, espejo en Valdebebas

Tiene mucho mérito lo que está haciendo Nacho esta temporada, metido en un tobogán emocional donde lo mismo se ve jugando de central o lateral que en el banquillo o en la grada. Cuando todo va normal parece el último de la lista, pero cuando el entrenador tiene necesidad de echar mano de él siempre honra la profesión de suplente. Nunca se permite llorar ni abandonarse y por eso, cada vez que su jefe le da una oportunidad, deja la sensación de que merece más minutos de los que disfruta.

Además, su doble condición de hincha y canterano hace que cada vez que se pone la camiseta del Madrid, para él sea una cuestión de honor. No es lo mismo tener suplentes conformistas y malencarados que tipos que asumen su rol con profesionalidad. Nacho es de los segundos. Complemento imprescindible e impagable para cualquier grupo que quiera aspirar a todo. Un espejo en el que mirarse los chavales de Valdebebas para entender que el sacrificio y el esfuerzo suelen tener recompensa.