En el Barça hay algo que no se explica o que no se vende como debiera

Peregrinación. El Camp Nou es desde hace años un punto de peregrinación al que acuden miles de turistas que quieren ver el mejor espectáculo del mundo. Si usted es un turista de paso por Barcelona le va a costar menos encontrar una entrada para ver a Messi, Suárez, Iniesta y compañía que si se va a Londres y pretende ver al West Ham. El Barça tiene a los mejores artistas del mundo del balón y un estadio enorme que, en teoría, tiene el 90 por ciento del aforo vendido a sus socios, pero resulta que en un partido memorable como el del miércoles ante el Valencia (semifinal de Copa) sólo se llenó al 55 por ciento (60.635 espectadores). Cuando hay gente de medio mundo que daría un riñón para ver a este equipo, que los de Luis Enrique no llenen es inexplicable. Puede que la excelencia cree malos hábitos, pero da la sensación que el socio del Barça no sabe lo que tiene a cuatro paradas de metro. Es pecado ser abonado de este equipo y no acudir al estadio.

Negocios. Puede que algo falle en la masa social, que prefiere ver el partido por la tele que asistir en directo al mejor fútbol que se puede ver a día de hoy. Pero no es una excepción. Tampoco se entiende que un equipo como el blaugrana, que ha ganado lo que ha ganado y que tiene el plantel que tiene, tenga que sufrir para encontrar a alguien que le patrocine. Debería de haber una cola kilométrica de patrocinadores en las oficinas esperando asociar su nombre al del Barcelona y poder ser la única marca que pueda lucir en un anuncio a Messi, Neymar y Suárez. Si los de casa no saben lo que tienen, los de gerencia dan la sensación de no vender el producto.

Relaciones. La tercera pata del banco viene dada por las relaciones institucionales. Tampoco se acaba de entender muy bien en Barcelona como se está dirigiendo la estrategia legal en los casos que afectan al club y que el Barça se haya mostrado favorable a que Gianni Infantino sea presidente de la FIFA se hace difícil de tragar. Infantino presentó esta semana su candidatura en Wembley rodeado de mitos del madridismo. Hay gente en las oficinas del Barça que no entiende esta postura.

Ronaldinho. Pasó por Barcelona invitado por Mundo Deportivo y quedó claro que sigue siendo un mito. ¿Por qué el Barça no aprovecha su tirón y le nombra embajador?