Con Garbiñe, a mirar a la WTA

De diez años a esta parte, el planeta tenis ha vivido bajo la sombra de Nadal. Para lo bueno y para lo malo. Que se lo pregunten a Ferrer, por ejemplo. Su brillo y su personalidad nos han cegado a todos. Público y prensa. Por sus 14 grandes, sus 27 Masters 1.000, los duelos con Federer y Djokovic... Incluso sus lesiones han opacado lo que pudieran hacer otros. De repente, en la peor campaña para Nadal desde 2005, Garbiñe Muguruza nos ha hecho girar la cabeza hacia la WTA. La chica nacida en Caracas, formada en Barcelona y que se decidió a jugar por España en 2014 tiene madera de número uno. Y no es un farol.

Con 22 años recién cumplidos será mañana cuarta del ránking, con Sharapova a tiro. Las WTA Finals asoman desde el día 25. Serena Williams no las jugará tras la decepción del US Open, y con 34 años lo normal es que se baje pronto del carro. Sharapova es duda por una lesión que arrastra desde hace tres meses. Y Garbiñe, ultracompetitiva como Nadal, llegará con un 2-1 en el cara a cara con la dos del mundo Halep, un 3-0 sobre Pennetta o tres victorias en 2015 contra Radwanska, rivales que afrontará en Singapur. Es candidata a maestra ya. Y a campeona de Grand Slam pronto (ya jugó este año la final de Wimbledon). Sí, hay que mirar a la WTA.