En abierto. En los próximos días se hará oficial que el Gobierno del PP ha adjudicado al Real Madrid uno de los seis nuevos canales que sacó a concurso para la TDT en abierto. En el pliego de condiciones aprobado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo y publicado en el BOE, se especificaba que para la concesión se valoraría especialmente “de qué forma (los nuevos canales) mejorarían los niveles de pluralismo en la televisión, garantizando una expresión libre y pluralista de ideas y de corrientes de opinión”. Desde aquí, lanzamos algunas ideas de contenidos para la nueva parrilla.

Concursos. No hay tele que se precie sin un buen reality. Proponemos un Supervivientes. Del Bosque, Queiroz, Camacho, García Remón, López Caro, Luxemburgo, Pellegrini, Ancelotti, Mourinho e incluso Benítez... Los diez entrenadores de Florentino en 12 años y los que estén por venir, juntos, apañándoselas en una isla caribeña. Pero habría que añadir un plus de dificultad más allá de cómo sobrevivir en un club sin modelo deportivo. Algo como hacer fuego con un Iphone, comer sopa de mar con la única ayuda de los dedos o tener que poner en común sus sistemas tácticos para idear una estrategia que les permita pescar algún pez que echarse a la boca.

Series. Por ejemplo, La que se avecina. Y más ahora que al Madrid se le tuerce el calendario antes del Clásico con las visitas a Balaídos y el Sánchez Pizjuán y los duelos ante el PSG. Con Keylor en el papel estelar que bordó Fernando Tejero en Aquí no hay quien viva, de portero (inexpugnable) de la finca. Se haría lo que dijera Florentino, presidente de la comunidad. Jugadores y técnico ocuparían los diferentes apartamentos. Habría uno, el del director deportivo, que quedaría vacío. Claro.

Documentales. Megaestructuras, ideal para la madrugada, cuando se precisa coger el sueño tras un día de estrés. Cómo se construye, paso a paso, un resort que es una isla con forma de escudo del Madrid, un Parque Temático, un nuevo estadio... Pero el programa estrella debería ser Una peña en la mochila. Con nuestro Tomás Roncero haciendo del añorado Labordeta, macuto al hombro y cayao en mano, oteando el horizonte desde un risco para fijar su próxima parada en cualquier peña de algún punto de la geografía española, que está llena de madridistas de corazón como él. De eso, Roncero sabe latín.

Humor Amarillo. Hay que cuidar el mundo asiático porque el Madrid está en plena expansión. Serviría para que el presidente del Guangzhou Evergrande pueda sentirse como en casa en los ratos muertos que le queden en España.

Paco Lobatón. Sería necesario repescar su figura para hacer un Quién sabe dónde. Es un programa de largo recorrido. Tendría mucho trabajo para seguirle la pista a Gravesen, Woodgate, Diogo, Pablo García, Gaby Milito, Samuel...