Tomás, lo siento, pagaréis nuestros platos rotos

Tomás, tómatelo con calma. El cholismo ha vuelto. Simeone ha anunciado que va a jugar al ataque y, además, el Calderón va a ser su mejor aliado. Los atléticos no nos tomamos este partido como una final sino como una cita más para seguir escalando en nuestra ambición de ser el más grande, los auténticos reyes de Madrid. Ni nos vamos a quejar ni a llorar por la baja de Koke o por el hecho de que Undiano sea el árbitro con el cual nunca hemos ganado un derbi. Hemos recuperado la confianza y sabemos que si jugamos como sabemos, podemos codearnos con cualquiera. Lo único que nos asusta es no dar nuestro nivel habitual y dejar de ser el equipo dinámico, alegre, veloz y osado. Ante el Villarreal y frente al Benfica el equipo estuvo desaparecido en combate.

Este Atlético de Simeone es diferente y todavía Arbeloa ni siquiera se ha enterado. El míster y la plantilla han hecho una conjura para volver a recuperar sus señas de identidad y el Real Madrid es un rival más. Al respecto, te aconsejo, Tomás, que repases las estadísticas de estos partidos desde que llegó el Cholo. Te quedarías pasmado de quién gana la batalla. Y como nuestro entrenador sabe analizar los errores propios, va a salir con velocidad en la línea de arriba y Óliver, manejando el equipo.

Pese a que la Liga no es la máxima prioridad (seguimos teniendo la Champions en la cabeza), este Atlético cholista nunca regala nada y está herido en su orgullo tras dos derrotas seguidas. Podéis pagar los platos rotos y espero que si sucede así, no tengas fiesta de cumpleaños que os pueda martirizar. Ahora por el Calderón tenemos metas más altas y lo fundamental es que pase lo que pase en el terreno de juego las dos aficiones demostrarán que en Madrid hay rivalidad amistosa.