P. P. San Martín

Bale: menos toques, pero más efectividad

45 toques para dos goles. En El Molinón, Gareth Bale asumió mucho juego. Tocó 84 balones y de ellos dio 54 pases, con un acierto del 83%. Sin embargo, su productividad en la red del Sporting fue nula. Frente a estos datos, encontramos que ante el Betis entró menos en acción con el balón, aunque fue para bien, pues marcó dos goles. En cifras, tocó 45 balones, dio 31 pases, con un acierto del 87%. La conclusión sería que Bale no debe asumir una función específica de ‘cerebro’ de juego, pues no es su especialidad y le resta energía para llegar a la zona de gol .

La zona de influencia. En El Molinón, Bale pisó de manera constante territorios que no el correspondían (ver gráfico en la columna), perjudicando los movimientos de Cristiano Ronaldo llegando desde la izquierda, y de Jesé, que no supo encontrar su zona como único delantero. Contribuyó a una confusión general en la zona de creación. Ante el Betis, de forma diferente, Bale punteó sus movimientos (ver gráfico) salpicados sin intromisión en áreas de compañeros, y con más presencia en el área de Adán. Su movilidad y relevos posicionales con Cristiano y Benzema fue bastante notable, aunque todavía no rotaron de manera perfecta.

El apoyo de James. Es indudable que el apoyo de James proyectó el rendimiento de Bale. El colombiano hizo el papel de conductor con gran acierto: 90 pases totales y de ellos 85 buenos. Con este escudero de altísima calidad, el galés pudo desentenderse del engorroso papel de transportador de balón, así como Bale se sintió más liberado de responsabilidad. James le vino muy bien al galés, que respetó claramente su zona de movimiento para no incurrir en la confusión que sí se produjo en El Molinón. Bale y James mezclaron bien.

10,61 Kms. Lo que no se puede discutir es la entrega de Bale en el campo. Ante el Betis fue el jugador que más metros recorrió del Madrid (10,61 Kms.), seguido por Sergio Ramos y James (10,24 Kms.) La capacidad de trabajo del galés es encomiable.

Benítez. Definitivamente, Rafa Benítez está convencido de situar a Bale de enganche por el centro. El éxito del galés dependerá de su capacidad para interpretar un papel nuevo sin entorpecer la dinámica global. Los números lo demostraron: menos toques, pero más efectividad.