La isla. En Portugal publican que Cristiano le ha regalado una isla griega a Jorge Mendes por su boda. Si fuera verdad es un detallazo. Y muy práctico. Desde el país heleno llegan noticias de que allí no hay mucha costumbre de pagar el IBI a pesar de la insistencia de la Troika. Por ahí, bien para el obsequiado, que sólo ha de estar pendiente del calentamiento global y el efecto de subida del nivel del mar, no vaya a ser que el pedazo de tierra termine desapareciendo antes de darle uso. Y si para dárselo pudiera parecer incómodo pasar allí unos días al año sin infraestructuras, siempre existe la posibilidad de asomarse por la ventanilla del avión al sobrevolar la zona: “¿Ve aquel puntito blanco en medio del mar? ¡Pues es mío!”. Todo son ventajas. Sólo falta rezar para que Mourinho no abra la boca y lo estropee: “¡Con la crisis que hay en Portugal a qué viene ese dispendio!”.

‘Super Mou’. Mourinho es un tío duro. Una especie de Corto Maltés del fútbol que navega por los banquillos. Y tiene un tipazo, ojo. Mourinho tiene superpoderes, pero es muy humilde y no le gusta alardear usándolos. Wenger, Guardiola y otros pueden estar tranquilos con eso. Su único problema es que cuando se pone a repartir, no mide. En el último palo que se llevó Benítez por lo de no cuidar su figura había incluso un mensaje subliminal para Florentino, que echó a Del Bosque en 2003 porque su imagen no le cuadraba con el modelo marketiniano que quería implantar. Y miren el carrusel de técnicos que vino después. Vicente iba en chándal, sin corbata y no tenía el tipito de Queiroz… Como Benítez. ¡Suerte Rafa!

‘Morry Crismas’. El madridismo está loco de contento con la idea de que Ramos renueve. Y el propio Ramos, al que desde un principio no terminaba de agradarle la idea de estar felicitando las ‘morry crismas’ en un idioma que no es el suyo. En sus últimas conversaciones con Florentino el presidente le llegó a decir: “Sergio, si te vas del club, me tengo que ir yo detrás”. Lo mismo que le aseguró a Casillas hace dos veranos. Renovará, se abrazarán mucho... pero las cartas de ambos están marcadísimas.

Cendal. En el marco de esta especie de escuela de filtradores de élite que dibujan ambientes en que se ha convertido el Madrid se ha corrido la voz de que el jefe de seguridad, Julio Cendal, se jubila. Cendal fue contratado por Lorenzo Sanz por recomendación de Núñez Morgades (entonces delegado del gobierno) tras lo de la portería derribada ante el Borussia. Durante 17 años su labor ha sido impecable. Ha tenido la tarea incómoda de lidiar con los ultras con los que Florentino quiso convivir durante tanto tiempo. Pues no se jubila, no. El hecho real es que Florentino ha creado un nuevo puesto, el de subdirector de seguridad, para colocar ahí a José Gesteira, el que ha sido durante muchísimo tiempo su fiel escolta personal.