El Atleti cumplió el expediente en Oviedo, en su campo maldito, por ser en el que hace quince años se consumó el descenso a los infiernos de Segunda y Luis Aragonés, que ayer hubiera cumplido 77 años, esbozará una sonrisa de satisfacción viendo el nuevo proyecto de Simeone. Lo que más destaca del mismo es su fútbol ofensivo y el contragolpe que el Sabio de Hortaleza inventó y llevó a su quintaesencia más alta. Se nota la pretemporada y que todavía hay muchas cosas por engrasar, en especial el centro del campo, pues Koke tiene que empezar a asumir los galones de mando. Curiosamente fue Vietto en el primer tiempo el que puso las gotas de calidad con sus pases al espacio, lo que provocó, entre otras cosas, el gol de Griezmann.

En defensa existió la misma seguridad de siempre y en ataque hubo destellos importantes, como los de Fernando Torres en el segundo período, en el cual hizo de icono generoso y, además de su tanto, tuvo otros dos, pero prefirió hacer sendas cesiones al chaval Correa para que pudiera seguir demostrando su olfato goleador. Hoy el Atlético empieza la gira por Japón y China y la realidad es que parece que físicamente el equipo está cogiendo el ritmo adecuado, pero aún le faltan aspectos a mejorar. La duda sigue estando en si Motta es la guinda que le falta al proyecto o si sería más necesario un centrocampista de último toque y con calidad. La pretemporada, de momento, sigue siendo plácida para los colchoneros, pero no se han enfrentado a rivales duros.