El Glandon no ha sido un puerto tan determinante como nos vendían. Los grandes puertos, los que pasan a la historia, los ponen ahí los ciclistas no su categoría o su longitud. Ayer, Contador buscó pasar a la historia pero el nombre asociado a Glandon en este Tour será Bardet. El francés se lució y logró la victoria. Le auguro un gran futuro. Contador atacó lejos de la meta, con valentía, pero él solo no puede lograr estas machadas, necesita aliados y Nibali podría ser uno de ellos. Los dos atacaron a la vez aunque no colaboraron para lograr una escapada que les hubiese permitido recortar algo. Esta alianza podría ser interesante para que Froome tenga que estar atento a frentes que creía cerrados.

Los que parece que sí se conforman con su puesto en la general son los integrantes del Movistar. Actualmente, tendrían que ser la pesadilla de Froome y su Sky pero están siendo su mejor aliado. El equipo español dice que le favorecen estas dos últimas etapas. De acuerdo, pero una diferencia de más de tres minutos no se recorta en dos jornadas salvo catástrofe del líder y eso, no parece lo más probable. Esperemos que se la jueguen y busquen que Nairo sea el nuevo líder del Tour. Al fin y al cabo, el favoritismo del colombiano este año se basa en lo que arriesgó la pasada edición. Contador y Nibali lo van a intentar de nuevo y los Movistar deberían hacerlo... Si quieren algo más de ser segundo y tercero en París.