Gran victoria de Lorenzo y gran carrera de Rossi. Los dos pilotos de Yamaha son los favoritos al título mundial de MotoGP de este año y ambos son conscientes del cambio de tendencia que se ha producido desde que arrancó la temporada. El español comenzó titubeante y el italiano enorme, pero ahora las tornas han variado en cierta medida y su perspectiva de la situación también. Lo dijo bien claro El Doctor nada más bajarse del tercer peldaño del podio de Mugello: para lograr su décima corona no le va a bastar con ser regular, tendrá que doblegar a su compañero de equipo para alcanzar su objetivo. Y no le falta razón, porque el mallorquín está fortísimo tanto encima de la moto como psicológicamente, lo que para él es casi tan importante como lo primero.

Rossi es inteligente y veterano, así que va a manejar el devenir de los acontecimientos con la maestría que otorgan ambas cualidades. Ése puede ser el argumento de Vale frente a un Lorenzo crecido, empezando por asumir que en el GP de Italia el podio quizá habría resultado más complicado para él de no haberse caído Márquez y abandonado por avería Dovizioso; de hecho, empezó penalizado por su calificación discreta y al final no consiguió superar a Iannone, lo que le habría encantado por no tener delante a otro italiano y además subido en una Ducati. Pero ya digo que la experiencia de la que disfruta en la atalaya de sus 36 años le va ayudar en este desafío, tanto que el propio Lorenzo también dejó muy claro que desde luego no será fácil. Hay partido, un apasionante Italia-España y ahora de uno contra uno. Porque lo de Márquez y su Honda, por desgracia, empieza a tener mala pinta… lo que no quiere decir que nada esté perdido.