El peligro de la gira galáctica

Soy el primero que se emociona viendo el amor que hay por el Madrid en los cinco continentes. Ir a China, Indonesia, Colombia, México, Chile, Polonia o Estados Unidos te permite comprobar la pasión que desata el equipo más laureado de todos los tiempos. Pero el club debe manejar esa pasión hacia dentro y no hacia afuera. Me explico. El prestigio se gana con los títulos. La Décima fue el mejor ejemplo de ello. La planificación deportiva no puede estar supeditada a la marketiniana. Sucedió este mismo año. El batacazo empezó a raíz de organizar una insensata excursión recaudatoria a Dubai que interrumpió la racha triunfal del equipo de Ancelotti. ¡Y encima se cargaron el glorioso Trofeo Bernabéu!

Este verano vamos a protagonizar una gira sonada por Australia y China. Sé que allí nuestros cracks van a hacer feliz a mucha gente. El madridismo es universal. Vale. Pero es evidente que no va a ser posible entrenarse en condiciones ni se podrá llenar el depósito para garantizar una puesta a punto física idónea para empezar la próxima temporada con las máximas aspiraciones. Decir que la culpa es de Ancelotti por no tener un gran preparador físico es muy ventajista. ¿Acaso los físicos programaron la excursioncita a Dubai?