Contador dice adiós a Aru, Urán...

Contador está donde él quería. Ya lo estuvo, pero no con la diferencia y autoridad con las que se encuentra ahora. Aru, a más de dos minutos; Urán, a más de cuatro; Porte, a más de ocho. Y aún queda por delante toda la montaña. Hoy mismo, la meta está en Madonna di Campiglio; el martes, en Aprica, tras ascender el Mortirolo; el viernes, en Cervinia; el sábado, en Sestriere. Han pasado dos semanas difíciles por la lluvia, y Contador ha salido reforzado pese a las caídas. Tuvieron sus consecuencias, de hecho perdió el liderato por un día, pero llegó la crono y ahí pegó un golpe de autoridad. Como él mismo dijo tras la etapa, ¿para qué esperar más? ¿Qué ganas les van a quedar ahora a sus rivales sabiendo que Contador es el más fuerte?

Eso es importante, porque a estas alturas de la carrera, cada uno empieza a valorar las fuerzas que le quedan a cada uno. Las de Contador no están nada mal. Lo ha demostrado en estas dos semanas. Se ha metido unos meses de preparación bestiales para intentar ganar el Giro y el Tour. Su estado de forma es impresionante. No es por la caída del viernes, y entraría en la tercera semana con más de cinco minutos de ventaja. Aun así, a ver quién se atreve a echarle mano quedando lo que queda y reconociendo todos que es el más fuerte. Por cierto, todos los finales en alto que quedan llegan precedidos de un puerto anterior colosal, justo lo que le gusta a Contador. Todavía puede haber espectáculo. Si no comienza a reservarse para el Tour...