No anda fino el motociclismo español en este comienzo de temporada. De doce carreras disputadas tan solo dos victorias, la mitad de las que lleva el Reino Unido. Es un buen momento para dar la importancia que se merece a las victorias españolas de los últimos años. Llegaron a ser tan avasalladoras que perdieron brillo. Desde 2010 España logró 12 mundiales de los 15 disputados, al más puro estilo de los británicos en los 50 y 60 cuando el recién fallecido Geoffrey Duke (6 títulos) arrasaba junto a Surtees (7), Read (7) y Hailwood (9) en el nombre de Gran Bretaña. Lograron 43 títulos hasta 1977, y desde que lo hizo Barry Sheene (2), nada de nada. Imaginen cómo vibran con Danny Kent. Pero no se preocupen, que a España no le pasará lo mismo.

En Jerez ha ganado Lorenzo. Más bien ha arrasado. Hemos visto de nuevo la mejor versión del mallorquín, la misma que cuando le puso contra las cuerdas a Márquez en el tramo final de 2013 o ganó el título en 2010. Exquisito. Si repite en Le Mans, habrá que contar con él para el título. Segundo ha sido Márquez, un buen resultado con el dedo roto. Rossi, tercero, está a 26 puntos de distancia. Esperemos que no, pero la espantada de Pedrosa le puede salir muy cara a Honda. Marc necesita a alguien que le reste puntos a Valentino, pero a día de hoy está solo y encima el mejor Lorenzo ha reaparecido. Lo de Aoyama ha sido una decisión absurda. Miller debe tener mucho futuro, pero un presente oscuro. Honda no se puede permitir más errores.