Miedo en el Camp Nou y en el Bernabéu

Los aspirantes tragaron ayer saliva. La tarde la abrió el Barça, que ganó al Valencia con dos goles, hechos muy al principio y muy al final. Pero entre uno y otro pasó miedo, mucho miedo, porque la sombra del empate estuvo presente. Sobre todo en al primera mitad. Luis Enrique tuvo un ataque de entrenador, hizo un medio campo raro y el Valencia le zarandeó. Bravo paró un penalti (y más cosas), Alcácer remató al palo, el Valencia fue dueño hasta el descanso. Luego, rehecho el equipo, no tanto. Pero hasta el gol final de Messi, ya en el descuento, el Camp Nou sintió un nudo en la garganta.

Pero ganó, y eso provocó una desilusión en el Madrid. La visita del Valencia era uno de los posibles empates del Barça, que salvó el trance. Entre eso y que Bale se lesionó mal nada más comenzar, el ambiente en el Bernabéu, tanto en la grada y como en el campo, fue de atontamiento. Y el Málaga no es cualquier cosa por delante, tiene delanteros rápidos y con peligro. Por detrás sí hizo concesiones. Sin Weligton, la defensa pierde. El Madrid se adelantó relativamente pronto, en remate de Sergio Ramos al límite del fuera de juego y libre de vigilancia, y quizá pensó que con eso lo tenía todo hecho.

Fue defecto colectivo, del que se salvaron pocos, entre ellos James, que cuando crecía el run-rún marcó un golazo, tras doble pared, aunque también puso algo Kameni. Al instante descontó Juanmi. Pronto, la lesión de Modric, de alcance serio, ensombreció más el panorama. El público se enfadó, porque la misma sombra del empate que había atormentado al Camp Nou paseó por allí hasta que, también en el descuento, Cristiano, que había fallado un penalti, marcó su gol número 50 tras cabalgada de Pepe y Chicharito. La ‘Operación 30’ sigue, pero el Barça ha quitado otra hoja del calendario.