Los cambios en el fútbol inglés para mejorar sus resultados

Cambios en Inglaterra. Se embarca el fútbol inglés en otro viaje hacia adelante. Los resultados de la selección están siendo impresionantes pero en un grupo modesto y tras una nueva decepción en el último Mundial, y los de sus clubes decepcionan. Así que, han llegado a la conclusión, hay que cambiarlo casi todo. El problema, como ha pasado siempre, es que deberían empezar, citando al sabio, por saber lo que se sabe y por saber lo que no se sabe. De momento, la culpa es del número de extranjeros, de la falta de infraestructura a nivel amateur (¿se han pasado por nuestro país?) y de cosas así. ¿Y la solución?: restricciones y dinero

Invitación ilustre. Hace un par de meses un prestigioso entrenador de nuestro fútbol recibió encantado la invitación de un importante personaje español del mundo deportivo para que visitara la Federación Inglesa y charlara de nuestro viaje desde los noventa: de la Olimpiada, de la profesionalización de entrenadores, de los éxitos de los clubes y de la selección. En realidad, la propuesta partió de los líderes de la Federación que insisten que están todavía aprendiendo. Pero todo se interrumpió cuando la federación pidió a nuestro compatriota que se pagara el viaje. Es una pequeña anécdota, pero da la sensación de que en el fútbol inglés todavía hay muchos que creen saberlo todo o lo suficiente. Por ahí debería empezar el análisis.

Limitaciones. De momento han decidido limitar la llegada de extranjeros con regulaciones que impidan apelaciones benevolentes a los permisos de trabajo. La Federación quiere cambiar la calificación de ‘nacidos futbolísticamente en Inglaterra’ para que jugadores extranjeros que llegan después de los 18 años no puedan formar parte de ese grupo. Y quieren reducir el número de los ‘no nacidos en Inglaterra’ en la Premier.

Más cosas. Hay tantas otras cosas que merecen una mayor atención: por ejemplo, de 16 a 19 años, los jugadores que no están en el primer equipo apenas compiten. Eso detiene su progresión, acaban en un círculo vicioso de cesiones inacabables y finalmente muchos dejan el fútbol. Pero nadie lucha seriamente por la aceptación de equipos B en ligas oficiales, por ejemplo.

Inversiones. Mientras tanto, se construirán 130 campos de hierba artificial en zonas urbanas, además de ‘hubs’ futbolísticos con campos y oficinas en 30 ciudades: 120 millones de euros. La Premier repartirá 1.200 millones de euros para mejorar el fútbol más modesto, especialmente la Championship, pero también el amateur o semi amateur, y otras buenas causas relacionadas con modestos clubes de fútbol.

Aprendizaje. Y yo sigo creyendo que el dinero debería gastarse en el aprendizaje. Pero para ello debería cambiarse la manera de pensar. Ni más ni menos. ¿Quién empieza?