La Copa de Oblak y Ter Stegen, la inspiración de Valdés y palabra de Pirlo

Objetivos. La Champions es el objetivo de los “grandes” de la Liga. Lo ha sido siempre. Pero la temporada los reubica. Lograr la clasificación en Liga y aspirar a todo en Champions era el “quiero” rojiblanco. Hasta que la Copa les hace superar al Real Madrid en octavos, les mide al Barça en cuartos y si hay remontada la final queda a la mano. Los jugadores del Atlético bromean en el vestuario: “A ver si va a ser más complicado ganar la Copa del Rey que la Champions”. En competición continental con estos dos rivales consecutivos, cualquier equipo, ¿qué pensaría?

Banquillo. Oblak y Ter Stegen son dos jóvenes porteros que cumplen con nota los parámetros exigibles en su posición: envergadura, juego de pies, golpeo en largo, el blocaje o reflejos. Pero les falta la experiencia y confianza que dan el tiempo y, de momento, los partidos de Copa. Es la diferencia entre su juventud y la de Courtois o De Gea, por ejemplo, porteros que parece que nacieron expertos.

Si lo dice Pirlo. Lo de Paul Pogba es una evidencia. Su talento en el terreno de juego le lleva con 21 años a ser capaz de decidir partidos por sí solo. Hasta el menos experto en fútbol internacional ha oído hablar de él aunque sea por el interés de uno u otro club. Como que el Manchester United le quiera recuperar. El capitán de la Juve habla poco y ha dicho: “Es el número uno, uno de los mejores jugadores del mundo. El United se equivocó y no volverá”. Palabra de Pirlo.

Bienvenido. Valdés está de vuelta. Tras diez meses jugó su primer partido con el Sub-21 del Manchester United y ganaron. Pero el resultado fue secundario. Lo importante fue el regreso en sí y su puesta en escena. Antes del encuentro, en un rito heredado de Guardiola, el portero puso a sus compañeros el vídeo que narra la historia del veterano atleta americano Dick Hoyt y su hijo Rick. Compartiendo inspiración, Valdés inspira y se inspira con historias de superación, como la suya, que no le han hecho tirar los guantes.

Lo increíble. Rompiendo las barreras que la ciencia le puso y los médicos explicaron a Dick Hoyt se rebeló contra un diagnóstico que auguraba un estado vegetativo permanente a su hijo por una complicación en el parto. Más de 1.000 carreras, 247 triatlones, Iron Man y maratones han disputado juntos. Padre portando a hijo. Dick logrando que Rick fuese al colegio, la universidad, jugase a hockey y ahora ejerza de profesor de educación especial. Coraje.