Cerezo comentó a finales del pasado mes de julio: “Griezmann es el fichaje del verano. Es equiparable a Luis Suárez”. El Atlético acababa de fichar al delantero francés y el panorama futbolístico estaba convulsionado por la llegada al Calderón del ex de la Real Sociedad. El presidente rojiblanco ponía el fichaje al mismo nivel o incluso por encima del de Luis Suárez por el Barcelona. El Real Madrid, mientras tanto, fichaba a James. Unos meses después, Griezmann se ha metido en el bolsillo a la afición del Atlético y me atrevería a decir que más que los otros dos jugadores mencionados con sus respectivas aficiones. Profeta Cerezo, quien, supongo, sacará pecho por la adquisición, aunque el dirigente habla más del equipo que de individualidades.

A Griezmann le costó entrar en un equipo rodado, en un conjunto que tiene muy mecanizados muchos movimientos. Simeone no se inquietó por su flojo comienzo, sabedor de que no es sencillo entrar rindiendo desde el primer día en un equipo ganador como es el Atlético. Y le dio confianza. Y si uno tiene confianza y sabe hacer bien su trabajo, al final los resultados tienen que llegar. Lo que más me gusta de este futbolista esa que hace el fútbol fácil. Si ve un compañero desmarcado, el balón va al compañero. Si hay que retener la pelota, la retiene. Sin hacer filigranas ni cosas raras. Tiene velocidad, visión de juego y gol. Y apenas levanta la voz. Juega bien al fútbol, disfruta jugando y marca goles... Y ya está. Parece sencillo. Ante el Barça será determinante.