Sin dudas. El Atlético no se fiaba del Rayo, un equipo atrevido y con muy buen trato de balón, pero que paga muy caro sus errores defensivos. No era un partido sencillo porque en el ambiente flotaba el encuentro copero ante el Barça y la posibilidad de remontar. Pero el Atleti sigue sumando, sin ofrecer un fútbol de grandes quilates, pero sí con fe y determinación. No jugaron ni Koke ni Godín, Torres entró en el segundo tiempo y el Rayo fue Griezmann, el rojiblanco más en forma. A lo suyo, el conjunto del Cholo sigue sumando y mantiene ilusionada a su afición.

En casa. El Rayo era el cuarto mejor visitante de la Liga y está logrando a domicilio lo que no saca en Vallecas. Ayer lo intentó, pero el Atleti en su estadio es mucho Atleti. Delante de su gente, los de Simeone son complicados de doblegar y acaban marcando el ritmo de los partidos. En el segundo tiempo la afición comenzó a corear el nombre del Cholo y pidió coraje y corazón para la Copa. Este Atlético no sabe de partidos trampas.

Griezmann. El francés fue uno de los fichajes estrella del pasado verano, el futbolista top del nuevo proyecto del Atlético. Le costó entrar en el equipo y adaptarse al sistema del Cholo. Ya se sabe, correr para atrás además de hacia delante, lo que nunca llegó a entender Cerci. Pero Griezmann es un futbolista grande, de conjunto de campanillas y ya lo ha demostrado en esta primera parte del campeonato. Rápido, hábil, no se complica y siempre da el balón al compañero mejor situado. Y si se pone delante del portero no falla. Ayer hizo dos tantos y ya lleva 12 con la camiseta rojiblanca, nueve en Liga. Suma ya 50 en el campeonato español. Para el Cholo es determinante tener un jugador que haga goles con facilidad y que complemente en esa faceta a Mandzukic. Si Griezmann sigue así, el Atlético estará muy arriba.

Cánticos. Animó el Fondo Sur y todo el estadio. No se registró una de las mejores entradas de la temporada, pero la gente se divirtió. El Langui, que siempre ha presumido de sentimiento colchonero, fue uno de los que no se lo quiso perder. Lástima que no acudieran los aficionados del Rayo, que siempre dan color a los partidos. El Calderón recupera partido a partido el ambiente de siempre y esa es una gran noticia.

La Copa. Y el miércoles el estadio será una caldera. Ni hora ni frío ni nada. La afición rojiblanca vive esos encuentros de forma única. Eliminar al Barcelona de Messi remontando un 1-0 de la ida es un reto bonito y apasionante. El Atlético se ha hecho grande en gestas importantes. Preparémonos para ello. El miércoles toca partido histórico en el Calderón. Desde anoche la hinchada rojiblanca sólo pensaba en la remontada ante los culés. Bendita locura y bendito Atleti.

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