Sí, el Madrid tiene un problema

Derrota del Madrid en el Palau. Derrota clara. Con arbitraje amable, además. Derrota ante un Barcelona sin Navarro, Abrines y Oleson. Derrota que no tiene mayores consecuencias de cara a la clasificación, y mucho menos al título. Pero es una derrota que se suma a las sufridas ante el Bilbao, el Estudiantes, el Kazan y el Efes. Todas ellas, en el último mes y medio. El balance del Madrid en este periodo es de siete victorias y cinco derrotas. No pasa nada, porque el sistema de competición del baloncesto lo perdona todo, y el Madrid sigue vivo tanto en la Liga como en la Euroliga, pero que el equipo está atascado es una realidad. Lo peor es que se encuentra atrapado en sus propios problemas, puestos de manifiesto sobre todo ayer.

Rudy llegó a los últimos segundos del partido con una canasta de siete intentos. Y Bourousis con cero puntos. Los tres que sumó los consiguió a falta de dos segundos, cuando la defensa azulgrana se relajó y le permitió un dos más uno. Si Rudy no encuentra una buena selección de tiros, o no tiene su día y a pesar de eso juega, y Bourousis se ve atrapado bajo la canasta, el sistema falla. Ya no es cuestión de rodaje, de acoplamiento o de jugar relajado a la espera de que lleguen los momentos importantes. Es cuestión de que a los rivales se les ve superiores y con las ideas más claras. El primer título, la Copa, está a la vuelta de la esquina, y la Final Four de la Euroliga es en Madrid. O esto funciona ya, o después no habrá tiempo para enmendar la cosa.