¡Al agua por Navidad!

En Navidad, Barcelona y Gijón son dos ciudades que han alcanzado tradición en lanzarse al agua para hacer una corta travesía del puerto. Lo de corta es relativo, porque aunque se trate de un par de centenares de metros, hacerlo con el agua a menos de trece grados supone una heroicidad. Son pruebas que este año han venido al pelo por la explosión de la natación española, y concretamente de Mireia Belmonte. Ya son muchas las niñas que quieren ser como Mireia, Jennifer Pareja y Ona Carbonell. Desde luego, tienen donde elegir: natación propiamente dicha, waterpolo o sincronizada. La Federación Española, con su presidente Fernando Carpena al frente, puede sentirse orgullosa. Referentes no faltan a los jóvenes.

Todo puede empezar un buen día viendo en la televisión cómo nuestras nadadoras suben a los podios. Y ahora, en estas fechas, queriendo, igual que lo hacen sus padres, lanzarse al agua por Navidad. Un día lo hará también ese joven con toda naturalidad, porque es lo que ha visto desde niño. Y se hará nadador. Bueno o malo, ya se verá. Lo importante es que nade, y lugares no le faltarán. Si en España hay instalaciones pro doquier, esas son piscinas. Hay censadas más de 30.000; casi tres mil son cubiertas. La natación es el tercer deporte más practicado entre la población española, después de la gimnasia y el fútbol, según la encuesta de hábitos deportivos del CSD. Pues bienvenida sea con Mireia y estas Copas de Navidad.