Al resultado le faltó dos penaltis a favor del Real Madrid

La designación polémica del guatemalteco Walter López en detrimento de Proença puso el foco en el árbitro. Pero López sacó el partido como le gusta a la FIFA. Fue todo muy caliente de inicio, provocado por los jugadores de San Lorenzo. Saltaron al campo con la única intención de destruir (como con la dura falta de Ortigoza a Ramos en el 11’), con todos los recursos a su alcance, incluidas las protestas. Ahí fue donde Walter López fue demasiado condescendiente, hasta el punto de que pudo ver vocalizar a un jugador argentino la palabra “concha...”.

Posteriormente, a base de tarjetas, fue controlando el encuentro en la primera parte. Ya en la segunda fue bajando la intensidad de las mismas, pero no se rebajaron las malas intenciones de algunos jugadores de San Lorenzo. Perdonó las expulsiones por reiteración de malas entradas a Barrientos y Kannemann.

En las áreas demostró sus deficiencias al no señalar dos penaltis claros, y más después de hacer tantos aspavientos de advertencia. Ocurrió en el minuto 12: Mas agarró y no soltó a Bale hasta que lo derribó. Era penalti. Y en el 72’, Benzema, entre dos defensas y justo antes de rematar, fue agarrado por Cetto de la camiseta. Lo tiró al suelo y le impidió rematar. Otro penalti no señalado.

Físicamente estuvo bien, pero tuvo un error clarísimo que demuestra la diferencia que hay entre él y Pedro Proença. El guatemalteco no arbitraría un partido de Champions. En el 25’, Pepe sacó mal de banda. El balón cayó dentro del campo y fue tocado otra vez por el defensa. El reglamento especifica que es tiro libre indirecto, y no repetición del saque de banda.

Sólo hubo otras dos jugadas polémicas. En el 45’ fue mano clara de Kannemann tras el chut de Cristiano. Estaba fuera del área, pero no señaló nada. Y en el 77’ Benzema pidió penalti de Kannemann, pero tocó balón.