La reacción roja, tarde para Alonso

Revolución en Ferrari. El nuevo presidente, Marchionne, ha encomendado al a su vez nuevo responsable, Arrivabene, que ponga fin a un desastre continuado que ha minado el prestigio de una leyenda, en competición, que puede afectar a la percepción general del público sobre la empresa. El proyecto en la F-1 ha fracasado dejando malas sensaciones, transmitiendo una incapacidad que se aleja de la excelencia que se le exige a un nombre como éste. Ahora parece que llegan los cambios de verdad, se acabó la palabrería… pero ya es demasiado tarde para Alonso.

Ya comenté que el perfil de Arrivabene no tenía nada que ver con el de su antecesor, Mattiacci. No hablamos de un recurso desesperado de Montezemolo, que como presidente fue el gran responsable de la incompetencia de la escudería para darle al asturiano el coche que necesitaba. Todos se mantuvieron en sus trece, su soberbia les impidió encontrar soluciones efectivas hasta llevar a Alonso a la búsqueda de un destino en el que apaciguar su frustración. Una lástima que la reacción llegue tan tarde, algo tan evidente debió resolverse en su momento. Quizá también seguiría De la Rosa. Echarán de menos a Pedro...