Ahora que está a punto de confirmarse la salida de Alonso de Ferrari, ¿quién podía pensar que se iría sin conseguir un solo título? Ferrari ha sido desde siempre la escudería bandera de la Fórmula 1; cuando Alonso ganaba títulos en Renault nos preguntábamos qué no sería capaz de hacer en Ferrari. Era fácil de imaginar que volverían los tiempos de aquella hegemonía feroz de Schumacher al volante de un Ferrari: no sólo ganaba casi todas las carreras, es que subía al podio absolutamente en todas, como sucedió en 2002. La primera carrera de Alonso en Ferrari no pudo ser, además, mejor: primero en Bahrain. Desde entonces, 90 carreras más y sólo diez victorias. La última, el 12 de mayo de 2013. Demasiado.

Mas para Ferrari ha habido tiempos peores. Van para siete los años de sequía, pero llegó a estar diez (de 1965 a 1975) y hasta veinte (de 1980 a 2000) sin conseguir que uno de sus pilotos se proclamara campeón. Mansell y Prost entre ellos, quienes alcanzaron la gloria en otras escuderías. El mismo Schumacher tardó cinco años en ganar con Ferrari, los que va a cumplir Alonso en la escudería. Pero no se vislumbra un futuro que mejore el presente. Y éste no es nada bueno. A peor no ha podido ir: cinco victorias en 2010, una en 2011, tres en 2012, dos en 2013, ninguna en lo que llevamos de 2014... Todo parece estar preparado para la marcha, nos adelanta Manuel Franco en su viaje hacia Japón. En la Fórmula 1, como en el fútbol, los resultados mandan.