Otro Mundial más comienza en España. El de ciclismo. Tan importante como los de vela o tiro, con los que coincide, pero de mayor tirón popular. Arranca con una prueba clásica, la contrarreloj por equipos, que se recuperó en 2012 para marcas comerciales. Antes, por selecciones, se disputó desde 1962 hasta 1994, y entonces fuimos subcampeones. Ginés García, Goyeneche, Ramón Sáez y Santamarina, plata en 1964, y Ventura Díaz, López Rodríguez, Lasa y Perurena, también plata al año siguiente, dan fe de ello. En España las cronos por equipos no han sido nuestro fuerte. Pero la cosa va cambiando, como demostró el Movistar con su victoria en la etapa inicial de la Vuelta. Individualmente hemos tenido hasta campeones del mundo: Indurain y Olano.

No será hasta el próximo domingo cuando llegue la prueba reina de los Mundiales: la de ruta masculina, en cuyo palmarés figuran nombres de ciclistas míticos, con Eddy Merckx a la cabeza, ganador de tres títulos. Freire aparece con los mismos, y eso revaloriza aquellas victorias que acabaron con los complejos que teníamos en las pruebas de un día. Y ahora en la prueba de un día por excelencia que es el Mundial, salimos a por la victoria con plena normalidad. Aunque en ocasiones se nos escapa por un despiste, como el año pasado. Esta vez la carrera es aquí, en Ponferrada, y alguna ventaja tendremos. Al menos el circuito lo hemos probado en vivo, con el Campeonato de España, y eso llevamos ganado. Pero eso será dentro de una semana.