Míchel le ganó la partida a Simeone. Tiró del repertorio del cholismo y el Olympiacos le dio un baño a los colchoneros. ¿Quién dijo que iba a ser fácil? Ahora la clasificación para seguir adelante en la Champions va a ser agónica ya que la Juventus también ganó y los atléticos tienen que hacer examen de conciencia. En especial el centro del campo. El núcleo duro de este equipo cuando no está Tiago baja muchísimos enteros ya que tanto Gabi como Koke todavía no han alcanzado ni mucho menos la altura que tuvieron la pasada campaña. Encima, los goles fueron sendos regalos madrileños. Así, el curso pasado el Atlético solamente en Liga en la visita a Osasuna y en la Copa en semifinales en el Bernabéu encajó tres tantos o más.

El Atlético fue una triste imagen del que ganó el derbi. Le sigue costando mucho amoldarse a un nuevo sistema sin Diego Costa como referencia. Arda lo intenta y Mandzukic pelea el juego aéreo en cualquier oportunidad, pero en ocasiones están muy desasistidos. Una lección de humildad que vendrá bien para afrontar la final de dentro de 15 días en el Vicente Calderón ante la Juventus. Ya no valen más tropiezos para mantener vivo el sueño de Berlín.