Mercedes gana y Ferrari promete que volverá a ganar. Así se puede resumir la historia de este GP de España, por cierto, uno de los más aburridos que recuerdo. La única novedad ha sido que Lewis Hamilton se pone líder del Mundial tras lograr su cuarta victoria consecutiva (como Alonso en 2006, aunque lejos de las nueve de Vettel en 2013), y que Sebastian Vettel ha logrado la vuelta rápida, la primera que no consigue Mercedes este año (llevan cinco victorias, cinco poles y cuatro vueltas rápidas). El campeón alemán ha realizado un carrerón (salía el quince) y me parece que va a ser el primero en hacer algo de oposición a las flechas plateadas. Red Bull es ya el segundo mejor equipo del año y Newey no va a parar. Éste sí que evoluciona...

Y esta coletilla viene a cuento por lo que dijo Montezemolo en Barcelona. El presidente de Ferrari tomó el relevo de Domenicali en el tema de las dichosas mejoras. Incluso va más allá, “grandes mejoras”. No sé lo que en Ferrari se entiende por mejora, pero no es lo mismo que entendemos el resto de los humanos. Es algo abstracto, diría que indescifrable. En Australia, Alonso quedó a 35.2 segundos del primero. En Malaisia, a 35.9; en Bahrain, a 32.5; en China, a 23.6; y en España, ¡a un minuto y 27 segundos! ¡Y Raikkonen humillado y doblado por los Mercedes! En el GP de España, precisamente en el que se nos contó que llegaban grandes mejoras aerodinámicas. Ahora serán en Canadá. O el año que viene, porque Don Luca ya habla maravillas del coche de 2015.