Skomina no perjudicó a ningún equipo

Skomina empezó el partido muy quisquilloso. Pitó hasta las malas miradas. Esto reflejó su poca personalidad y nerviosismo. En el minuto 16 lo demostró cuando señaló un penalti que no era por mano de Piszczek. El balón le dio en el brazo cuando el jugador se giró ante un centro de Coentrao. Además, tengo mis dudas de si el brazo estaba dentro del área. En el 26’, Lewandowski agarró del hombro a Ramos y éste le metió el brazo en el pecho. El colegiado pitó la primera infracción y amonestó al madridista por su gesto. No creo que se equivocase con Pepe, que discutió con el polaco.

En el minuto 60, Benzema cayó en el área ante la entrada de Hummels. El central alemán tocó el balón, Skomina se llevó el silbato a la boca para pitar, pero acertó al no señalarlo. En el 75’, acertó al amonestar a Reus por simular un penalti. Se tiró descaradamente ante Carvajal. En el 88’, hizo bien al no señalar una caída de Bale, que llegó tarde y forzado ante la entrada de Friedrich.

Particularmente no me gustó el partido del esloveno por pequeños detalles que demostraron que no quería dejar ningún tipo de contacto entre los jugadores. Tampoco me gustó que un colegiado de su nivel descontase sólo dos minutos en un partido de la trascendencia de este y con el resultado que había. Sin embargo, hay que decir que no perjudicó en nada a ninguno de los dos equipos.

Otro aspecto es la actuación disciplinaria que tuvo el quisquilloso de Skomina. En el minuto 31 amonestó por reiteración de faltas a Xabi Alonso y, sin embargo, en el 51’ no fue valiente al no sacarle la segunda tarjeta ya que dejó el pie intencionadamente a Mkhitaryan y le derribó en la medular.