¿Deben permitir los clubes que los jugadores tiren de la cadena?

La cisterna como metáfora. Poco después de que el Barça tirara la Liga en Valladolid, Víctor Valdés se grabó a sí mismo en un retrete del Nuevo Zorrilla ofreciendo sus impresiones sobre el partido. Mientras liquidaba su aseveración al mismo tiempo que al otro lado de la pared un compañero liquidaba su digestión, el barcelonismo militante buscaba en los diales de la radio y en las páginas webs de los diarios una explicación ante tal Waterloo. No la encontraron. Tuvieron que buscar en Youtube la imagen de Valdés en un cagadero mientras como cortinilla de salida sonaba una cisterna de váter. Magnífica metáfora que, por respeto a no se sabe quién, se ha tenido poco en cuenta cuando era una imagen para mojar pan.

 

Efecto pantalón largo. Mucha gente, incluido el Barça, se ha indignado ante estas imágenes. De hecho, el club blaugrana ha acelerado la confección de un código de buen uso de las Redes Sociales que será de obligado cumplimiento para los empleados del club. De momento, únicamente lo cumplen los empleados que llevan pantalón largo.

 

Cuestión de poder. Entre los de pantalón largo está por ejemplo Toni Freixa, quien no hace mucho era el directivo de moda del club, un jurista brillante y reputado con un nivel intelectual muy por encima de los jugadores. Pues bien, el departamento de comunicación del Barça obligó a Freixa a borrar un tuit a los cinco minutos de ponerlo. Fueron muy valientes con los de corbata, pero las tropelías de los del pantalón corto pasan inadvertidas. Cuestión de poder.

 

Qué digan lo que quieran. En un mundo en el que la información nos llega mediatizada tras pasar todos los filtros del mundo, me parece bien que haya un canal en el que los jugadores se muestren como realmente son. Puede que eso vaya contra el periodismo (tradicional intermediario entre la estrella y el aficionado), contra el club (porque no controla el mensaje) y contra el jugador (que se muestra como es aunque gane pasta y quede como un orate).

 

Que cunda el ejemplo. Imagínense que por un día todos puedan decir en las Redes lo que realmente piensan de sus jefes, de su trabajo de sus aspiraciones... Ojalá cunda el ejemplo y que cada palo aguante su vela.