Punto no; puntazo

Nos sabe bien. El Madrid supo respetar la tradición. Ya van quince años y quince derbis sin perder en el Calderón. Pero hubo que sufrir lo suyo. Ellos plantearon un partido como en los tiempos del blanco y negro y el carajillo de Soberano en la grada. Mucha leña, protestas airadísimas al árbitro, bronca ambiental exagerada y decibelios victimistas elevados a la enésima potencia. En ese contexto, el Madrid metió un gol sin avisar. Al equipo de Ancelotti se le caen los goles de los bolsillos gracias al enorme potencial que posee. Benzema, con gracia y en estado de gracia, firmó el 0-1 en un mal ajuste defensivo de Filipe Luis. Simeone, que jugaba otro partido en la banda a la espera de que el Mono Burgos entrase en estado de enajenación mental transitoria, se dirigió al cuarto árbitro como un poseso en un claro indicio de que tocaba a rebato a sus jugadores. En ese terreno pantanoso el Atleti entró en combustión, Delgado Ferreiro miró para otro lado en varias acciones de Mario, Arda y Filipe, y el Madrid se quedó mirando las musarañas. La apuesta carrilera de Arbeloa y Coentrao salió rana, Costa empezó a desquiciar a nuestros centrales y dieron la vuelta al derbi. Además, Pepe se equivocó al fingir una agresión de Godín. Quiero mucho a Pepe y debe corregir eso porque es su único defecto. Un jugador del Madrid nunca se tira. Esa patente la tienen al otro lado del puente aéreo...

Eterno debate. Me pasa como a Iker, que le aburre hablar del asunto. Pero hay que decir las cosas como son. Diego López no pudo hacer nada en el gol de Koke, pero estuvo lento y sin velocidad de reacción en el de Gabi. Era un tiro muy lejano y claramente parable. Yo no abriré el melón de su titularidad. Ancelotti tomó una decisión “anómala”, cómo él mismo definió, y eso no va a cambiar. No perderé el tiempo con ese asunto. El Madrid debe ganar la Liga con el portero gallego de titular (salvo las tres últimas jornadas si llegamos a la final de la Champions). Pero hay que pedirle a Diego que recupere el espléndido estado de forma de inicio de temporada. En El Madrigal hizo 12 paradas prodigiosas. Ese Diego debe volver ya...

Ferreiro. El árbitro no vio el penalti de Ramos a Costa. Vale. Pero en el descanso debió hablar con algún amigo de Portugalete y desde ahí hizo el quite del perdón. Claro penalti de Gabi al hacer una parada en la barrera a tiro de falta de Cristiano (Gabi conoce el puesto: ya fue el portero en el penalti del 2-0 de Almería). Y después inventaron un fuera de juego de Benzema cuando se quedaba solo ante Courtois. Si todos los robos fueran así, la Policía tendría poco trabajo. Y en la ida de olla del Mono Burgos (conste que a mí Germán me cae bien), nada que reprochar al referee porque Costa le hace falta a Arbeloa y luego se tira...

Gol de oro. Cuando Ancelotti echó mano de la Cuadrilla del Arte (Carvajal, Marcelo e Isco), el Atleti tocó a retirada hacia su área, el Madrid se adueñó del derbi por tierra, mar y aire, y apareció el Comandante en Jefe de Todos los Ejércitos, Cristiano, para firmar el 2-2 definitivo, que convierte el punto en puntazo. Su gol 238 de blanco. ¡Cómo te queremos campeón!

Afición satisfecha. Mi amigo Alfonso Moreno, que fue al Calderón con sus hijos, los peñistas de Es Fortí y Campos (Mallorca) y Sextacampeones de Herrera (Sevilla) están eufóricos. El 23-M tumbamos al Barça y Liga 33 al bote. Sí.