Estas leyendo

Bounty Train: un mánager ferroviario con aire de western

Opinión

Bounty Train: un mánager ferroviario con aire de western

Bounty Train: un mánager ferroviario con aire de western

Si eres un fan de las películas del Oeste y te gustan los simuladores de gestión, este será un título en el que gastar unas cuantas horas.

Bounty Train es una apuesta arriesgada, original y que salda con más luces que sombras, sobre todo, si eres un fan de las películas del Oeste. Porque a lo largo del juego nos vamos a encontrar todos los estereotipos del género: indios, bandidos, unionistas, sudistas... 

Todo gira en torno a un tren que el usuario deberá llevar de una ciudad a otra de Estados Unidos, salvando todo tipo de problemas y consiguiendo que la rentabilidad permita abrir nuevas rutas, mejorar vagones y locomotora y contratar todo tipo de personal para defender, mantener, conducir y reparar el tren.

A lo largo de la partida irán apareciendo diferentes eventos históricos que proporcionan algunas oportunidades de cambiar la historia, como la muerte de Lincon, así como otros de tipo personal que tienen que ver con la trama que sustenta el juego: dirigir el negocio ferroviario heredado  y llevarlo hasta el éxito.

Hay dos partes bien diferenciadas en el juego: la gestión pura y dura que se centra en la compra-venta de diversos materiales y sus transporte entre las diferentes ciudades. Y una segunda, con más acción, que se basa en la defensa del tren.

En el mánager también hay que contratar personal, comprar y vender  vagones y locomotoras... todo ello con un nivel de simplicidad básico. Eso sí la información disponible es un tanto dispersa y a veces cuesta saber si algo está caro o barato, pero tras unas horas viajando entre ciudades es fácil reconocer una oportunidad para hacer negocio.

La parte de la acción tampoco requiere mayores conocimientos: habrá que mantener el tren en una determinada velocidad para no descarrilar en las curvas, evitar que suba la temperatura de la máquina y, sobre todo, hacer frente a ataques de bandidos e indios, que en el juego se han desplazado de las llanuras hasta ¡Nueva York!.

En ningún caso se trata de un simulador ferroviario, ni de un juego de acción, ni de un mánager sesudo, pero tiene un poco (a veces demasiado poco) para conseguir un juego divertido, accesible y que te retrotrae a los mejores momentos de los western clásicos: El Caballo de Hierro, El tren de las 3:10....

0 Comentarios

Para poder comentar debes estar Registrado y haber iniciado sesión. ¿Olvidaste la contraseña?

También te puede interesar