Hace 20 años Steven Spielberg estrenaba ‘Parque Jurásico’, todo un clásico de los 90 que ahora regresa a los cines en versión 3D restaurada. Pero no es lo único de aquella década que merece ser revisitado en pantalla grande.
Tenía los dinosaurios construidos en tamaño real y algunas secuencias pensaba rodarlas con la técnica de animación stopmotion. Ése era al menos el plan de Steven Spielberg para llevar al cine ‘Parque jurásico’, novela de Michael Crichton sobre un parque zoológico que, gracias a la ingeniería genética, había conseguido clonar animales extintos hace millones de años. Pero unos meses antes de arrancar la producción le enseñaron que gracias al ordenador podría conseguir criaturas más realistas que nunca. Y así fue. Al final la animación digital aparece en poco más de 10 minutos de las dos horas que dura la película, pero fueron suficientes para que la industria del cine de entretenimiento diera un salto cualitativo que nos lleva a lo que vemos estos días. Por entendernos, sin ‘Parque jurásico’ hoy no estaríamos viendo cosas como ‘Avatar’, ‘Pacific Rim’ ‘Superman’ y demás grandes producciones que han hecho de los FX virtuales su seña de identidad. Pero no son los efectos especiales lo único que hicieron grande a esta aventura que dejó al mundo entero sin respiración en la butaca y para la historia secuencias míticas que forman parte de nuestra cultura contemporánea. Por esto, y por mucho más, se reestrena ahora en los cines este filme en versión restaurada y 3D para que sintamos el aliento del T-Rex o de los velocirraptores en nuestra nuca. Claro que si de homenajear el cine de los años 90 se trata, no estaría mal tener la oportunidad de volver a disfrutar en pantalla grande otros títulos que marcaron época. Aquí van.
Empezamos, como no, con ‘Terminator 2: el juicio final’. Estrenada en 1991, es aparte de una fantástica película de acción dirigida por James Cameron, otra pionera en lo que a efectos especiales por ordenador se refiere gracias a ése malvado T-1000 capaz de cambiar de estado sólido a líquido y de adoptar la cara de cualquiera.
Hoy día el cruce de piernas de Sharon Stone nos puede parecer hasta inocente, pero cuando se estrenó ‘Instinto básico’ en 1992 estuvo a punto de ser clasificada X. Hay que ver cómo hemos cambiado.
Ahora que las series sobre asesinos en serie y las películas de asesinatos triunfan tanto, no está de mas recuperar ‘El silencio de los corderos’, que a parte de ofrecernos ése duelo interpretativo entre Anthony Hopkins y Jodie Foster, marcó la estética que hoy se sigue explotando cuando se ruedan cintas de este género. Ganó el Oscar a la mejor película en 1991.
Puede que haya perdido el rumbo, pero hubo un tiempo en que Tim Burton se ganó la etiqueta de cine de autor para todos los públicos. ¿El motivo? La maravillosa ‘Eduardo Manostijeras’, estrenada en 1990. Un título del que todavía siguen viviendo no sólo el director, sino también sus protagonistas y, si nos apuras, hasta cineastas que llegaron luego marcados por esta historia de amor gótica.
Otra que marcó una corriente estética, a parte de haberse convertido en el retrato de toda una generación, es ‘Trainspotting’, de Danny Boyle. Quien la vio en 1996, cuando se estrenó, todavía no se la ha podido quitar de la cabeza. Se comenta, por cierto, que pronto podríamos ver la secuela. Estaría bien.
La que no necesita secuela, porque ya es perfecta tal y como está, es ‘Fargo’ (1996), de los hermanos Coen. Una historia sobre unos crímenes reales que en manos de otros habría sido un telefilme pero que en mano de estos directores se convirtió en una de las mejores películas de la historia. Sí, de la historia.
Que Quentin Tarantino sea el director de una película asegura grandes recaudaciones de taquilla, pero cuando estrenó ‘Pulp Fiction’ en 1994 era casi un desconocido hasta que Cannes le concedió la Palma de Oro en el certamen de aquel año. Todo lo que este hombre ha hecho después bebe de esta película icónica por sus diálogos, sus actores y, sobre todo, por su banda sonora.
No estaría mal demostrar a los más jóvenes que las historias de vampiros son algo más que la saga ‘Crepúsculo’, versión light de lo que han significado estos monstruos para el cine. De hecho vayámonos directamente al clásico por excelencia, ‘Drácula’, del que Francis Ford Coppola rodó en 1992 la versión más elegante y fidedigna a la novela hasta la fecha. Tan buena que hasta Keanu Reeves no desentona.
Pero si hay algo que caracteriza el cine de los 90 es la violencia, tabú hasta entonces en la industria de Hollywood. A ello contribuyó mucho el éxito de Tarantino, no vamos a negarlo, pero hay que reconocer que filmes como ‘El club de la lucha’, de David Fincher, también pusieron su granito de arena. No había mejor manera de despedir la década que estrenando esta película en 1999.
